
Aunque ya ha pasado más de una semana desde el cierre del congreso misionero COMIBAM 2025, las reflexiones y desafíos que dejó el congreso continúan resonando con fuerza entre los líderes, iglesias y organizaciones participantes.
Cristian Castro, director ejecutivo del movimiento, ofreció a Diario Cristiano un análisis detallado de lo que considera las conclusiones más relevantes del evento, y trazó una hoja de ruta clara para los próximos cinco años.
La misma misión, una iglesia en movimiento
Para Castro, todo parte de una idea central: la misión de la iglesia no ha cambiado. "Queríamos recordarle a la iglesia que la misión a la luz de las Escrituras sigue siendo la misma", afirmó. Bajo el lema "La misma misión para una iglesia en movimiento", el congreso buscó devolver al centro del debate eclesial el llamado misional que, según Castro, ha sido diluido o malinterpretado en muchos contextos.
“No dejen de apoyar misiones en su iglesia local, de orar por el misionero, de ofrendar por un país o pueblo. La misión empieza en casa” - Cristian Castro
"No todo es misiones", aclaró. Aunque reconoce que esfuerzos evangelísticos o sociales pueden ser parte del enfoque misionero, subrayó la necesidad de cruzar fronteras sociales, culturales y lingüísticas. "La misión es en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta el último de la tierra", insistió.
Entre los datos más destacados presentados durante el congreso está el reporte de al menos 4.000 nuevos obreros misioneros en Iberoamérica. "Lo celebramos de verdad", dijo Castro, aunque matizó que aún no se alcanza el nivel de participación deseado. A pesar del crecimiento, más del 70% de las iglesias todavía no se involucran activamente en misiones.
No obstante, una de las conclusiones más alentadoras fue la generosidad de la iglesia latinoamericana. "Hay una percepción errónea de que no invertimos en misiones", explicó, revelando cifras sorprendentes: más de 20 millones de dólares mensuales se destinan al sostenimiento misionero, sin contar proyectos ni gastos de agencias. "La iglesia sí ofrenda", concluyó.
Nuevas generaciones y nuevas realidades
Castro enfatizó la necesidad de incluir a las nuevas generaciones en el movimiento misionero. “Más del 25-30% de los asistentes eran jóvenes entre 25 y 40 años, y eso es muy bueno", comentó, aunque reconoció que aún queda un largo camino para que misiones se vuelva realmente relevante para los jóvenes de hoy.
El congreso también abordó otros temas emergentes que marcarán la agenda misional en los próximos años: el papel de las ciudades, la diáspora, la innovación tecnológica, y el cuidado integral de los misioneros. Estos temas serán trabajados por los Grupos Estratégicos de Trabajo (GET), que pasarán de ser una iniciativa con fines del congreso a estructuras permanentes dentro de COMIBAM.
El sufrimiento y la colaboración: claves para el futuro
Castro no esquivó uno de los aspectos más difíciles del llamado misional: el sufrimiento. "La misión tiene un precio", advirtió. Enfatizó que abrazar la misión de Dios implica también abrazar el dolor de quienes son perseguidos por su fe. "No solo se trata de un evangelio triunfalista", dijo con firmeza.
Además, destacó la importancia de reconocer y colaborar con las iglesias ya existentes en los lugares a los que se quiere llegar. "Cristo ya está ahí", afirmó, en referencia a regiones como el Medio Oriente donde, aunque minoritaria, existe una iglesia viva y a menudo perseguida.
“No vamos solos al campo”, subrayó, insistiendo en la necesidad de construir alianzas con creyentes locales.
Mirando al 2030
COMIBAM ya aprobó que su próximo congreso se realizará en 2030. Aunque la sede aún no está definida, Castro explicó que los siguientes cinco años estarán dedicados a implementar muchas de las conclusiones actuales: fortalecimiento de las cooperaciones misioneras nacionales, desarrollo de programas para líderes jóvenes, y realización de consultas regionales y foros temáticos.
También se espera retomar y revisar los principios misionales fundamentales del movimiento en la Consulta Misionológica de noviembre. "Esto es lo que creemos, esto es lo que hacemos", explicó, en un llamado a renovar el fundamento teológico de la obra misionera.
Un llamado abierto a todos
Cerrando su reflexión, Cristian Castro expresó una gratitud profunda por quienes hicieron posible COMIBAM 2025 y lanzó un llamado directo: “No dejen de apoyar misiones en su iglesia local, de orar por el misionero, de ofrendar por un país o pueblo. La misión empieza en casa”.
Sus palabras resumen el espíritu del congreso: reafirmar una misión inalterable, despertar una iglesia en movimiento y convocar a una generación entera a llevar el evangelio hasta el último rincón de la tierra.