
Ciudad de Panamá — Con un llamado contundente a recuperar la centralidad del Espíritu Santo en la obra misionera, Paulo Feniman, presidente de COMIBAM, abrió la ceremonia inaugural del Congreso Misionero Iberoamericano COMIBAM 2025 la noche del martes en la capital panameña.
Basado en Hechos 1:8, Feniman hablóó sobre la necesidad de que el movimiento misionero iberoamericano recuerde su dependencia total del Espíritu Santo. “No hay testimonio sin poder”, enfatizó, haciendo eco de las palabras de Jesús antes de su ascensión. “La misión no se cumple con estructuras ni con experiencia, sino con el poder y la gracia de Dios sobre nosotros”, subrayó.
Feniman recordó que hace 38 años, en el primer congreso de COMIBAM en 1987, el pastor Edison Queiroz predicó sobre el mismo pasaje bíblico. Ahora, dijo, el llamado sigue siendo el mismo: recibir poder para ser testigos de Cristo en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. “La iglesia es llamada no a su propia gente, sino a todas las naciones”, afirmó.
Una noche de celebración y unidad iberoamericana
La ceremonia inaugural comenzó con una colorida muestra cultural de bailes típicos y un desfile de banderas representando a las delegaciones de toda Iberoamérica. Tras un tiempo de alabanza, Priciano Gil, presidente de la Alianza Evangélica de Panamá, dio la bienvenida oficial. “Declaramos abierto este congreso, que sea un tiempo de edificación y guía para cumplir la voluntad de Dios”, expresó en oración. “Que sean inspirados para preparar a muchos misioneros, porque la cosecha es grande”.

El costarricense Cristian Castro, director ejecutivo de COMIBAM recordó el lema del congreso de este año: “la misma misión para una iglesia en movimiento”, reafirmando que la Gran Comisión sigue vigente.
Feniman, quien celebró 25 años en el ministerio misionero este año, enfatizó que aunque las estadísticas y estrategias son útiles, no deben sustituir la guía espiritual. “Nos volvemos orgullosos de nuestras estructuras, de nuestras finanzas, de nuestras estrategias. Pero sin el Espíritu, no hay transformación, ni iglesia, ni misión”, advirtió.
El modelo de Pentecostés
En su mensaje, el presidente de COMIBAM detalló cómo Pentecostés debe ser el modelo para el movimiento misionero: unidad, oración y poder. “Toda la iglesia, de todos los lugares, para todos los lugares”, resumió. Afirmó que el crecimiento de la iglesia primitiva fue fruto del mover del Espíritu, no de planes humanos. “Queremos avanzar en la misión, pero debemos estar más unidos que nunca como iglesia iberoamericana”, dijo.

Feniman advirtió también sobre el riesgo de pensar que solo se puede ser misionero “allá” sin haber sido testigo de Cristo “aquí”. “Dios quiere usarte aquí primero para luego usarte desde aquí”, afirmó.
El evento culminó con un nuevo tiempo de alabanza, marcando el inicio oficial de COMIBAM 2025, un congreso que se espera reunirá durante esta semana a más de mil líderes misioneros, pastores y delegados de toda Iberoamérica con el propósito de fortalecer la cooperación en la misión global.