
SAN PEDRO SULA, Honduras – En un poderoso acto de fe, cientos de niños se reunieron en San Pedro Sula el pasado sábado para la Cruzada Nacional Niños a Una Voz 2025, un evento dedicado a levantar un clamor profético por el futuro de Honduras, la iglesia y las familias de la nación.
La jornada, transmitida en vivo, incluyó tiempos de adoración, oraciones fervientes y un recorrido de oración motorizado por la ciudad.
El evento dio inicio formalmente con una oración de apertura dirigida por el apóstol Jorge Mario Ávalo, director de la Comisión de Oración de la Confraternidad Evangélica de Honduras. En su clamor, Ávalo invocó la "obra extraña" de Dios sobre la nación, citando Isaías 28:21, y presentó el proyecto "Niños a una Voz", que describió como una visión dada por Dios al apóstol Roy Santos.
Una generación que ora por su nación
El enfoque central de la cruzada fue la intercesión por Honduras, especialmente de cara a las próximas elecciones programadas para el 30 de noviembre. Los niños, guiados por líderes de ministerios locales, se arrodillaron para orar pidiendo que los comicios se desarrollen "con respeto y paz".
En sus oraciones, los menores pidieron a Dios por "ciudadanos entendidos" que elijan sabiamente y solicitaron que las elecciones sean "justas, ordenadas y transparentes". De manera notable, los niños oraron específicamente en contra de "todo tipo de fraude informático y tecnológico, como los hackeos".
El clamor por el gobierno incluyó una petición por un presidente "que tenga temor de Dios" y una fuerte proclama de que Honduras no será tierra para "aborto, violencia, ideologías de género ni brujerías".
Caravana profética y clamor por la iglesia y la familia
Uno de los momentos centrales del evento fue el inicio de un "recorrido profético" en una caravana de vehículos por la circunvalación de San Pedro Sula. Durante este recorrido, se realizaron paradas estratégicas para continuar con las oraciones temáticas.
Los niños intercedieron por la unidad de la Iglesia, orando para que, conforme a Juan 17:21, se manifieste "un espíritu de unidad y hermandad" y se restauren los cinco ministerios. También se levantó una oración por las familias, pidiendo a Dios que "se levanten los altares familiares" y cese toda "atmósfera de pleito, de contienda, de división".
La jornada de oración abarcó múltiples frentes, incluyendo:
-
Guerra espiritual: Se oró para anular "brujería, hechicería, el satanismo y la adivinación", y se pidió misericordia por la celebración de Halloween, descrita como una "fiesta del mal".
-
Desastres naturales: Hubo un clamor para que Dios guarde a la nación de huracanes, terremotos y plagas, y envíe lluvias "tempranas y tardías" para bendecir las cosechas.
-
Salvación: Los niños también intercedieron por los "pecadores", pidiendo que Dios quebrante sus corazones y los lleve al arrepentimiento.
La cruzada concluyó con extensas proclamas de bendición y victoria sobre Honduras y toda América Latina, declarando un tiempo nuevo de avivamiento y transformación





