La Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), instancia representante de diversas iglesias evangélicas del país, lanzó un llamado público al Consejo Nacional Electoral (CNE) y a las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) para que garanticen un ambiente de tranquilidad, seguridad y transparencia en el marco de las elecciones generales previstas en noviembre.
En un comunicado difundido este día, el pastor Gerardo Irías, presidente de la CEH, instó a las autoridades electorales y a los mandos militares a asumir un papel activo en la protección de “la voluntad del pueblo hondureño”, y recordó que los ciudadanos “son mayoritariamente conservadores” en valores y familia.
La CEH planteó que la próxima jornada electoral debe desarrollarse sin presiones, sin alteraciones al orden público y con plena libertad para los votantes de elegir de acuerdo con su conciencia.
Esta petición se suma a otros llamados de organismos internacionales sobre el proceso electoral en Honduras. Por ejemplo, la Misión de Observación Electoral de la OEA instó a finales de julio a que las autoridades electorales puedan ejercer su función con autonomía e independencia, y a moderar los discursos políticos para evitar que la retórica erosione el ambiente de pacífica elección.
Asimismo, la Iglesia Católica, a través de su líder en Tegucigalpa, el José Vicente Nácher, también había hecho un llamado al diálogo político y a resolver las diferencias en el CNE mediante medios pacíficos.
El proceso hacia las elecciones generales de Honduras, fijadas para el 30 de noviembre de 2025, transcurre en un clima de alta tensión institucional y desconfianza ciudadana. Las iglesias evangélicas y católicas han manifestado su intención de intervenir como actores de la sociedad civil, como fue el caso de una caminata de oración convocada para agosto por ambas confesiones.
Además, la CEH informó en septiembre que prepara a sus miembros a nivel nacional para fungir como observadores electorales, “para que estas elecciones sean las más observadas, limpias y transparentes”.
Reacciones y posibles implicaciones
El llamado de la CEH al CNE y a las FFAA representa un gesto público que refuerza la demanda ciudadana por un proceso electoral con garantías. Pone de relieve, además, el papel de las iglesias evangélicas en la esfera social y política del país.
Queda por ver cómo responderán las autoridades del CNE y el mando militar a esta solicitud, y si la decisión influirá en la percepción de legitimidad del voto y en la calma del día de los comicios.
La petición de la CEH subraya que solo con confianza, profesionalismo de las autoridades electorales y respaldo institucional de las fuerzas de seguridad, podrán las elecciones hondureñas desarrollarse con normalidad. La expectativa es que el llamado a “tranquilidad” se traduzca en acciones concretas que eviten episodios de violencia, intimidación o alteraciones al libre ejercicio del sufragio.
