
El gobierno de Nicaragua ha oficializado la entrega del control de las celebraciones por los 456 años de la traducción de la Biblia al español a la Juventud Sandinista 19 de Julio, según un informe del medio nicaragüense 100% Noticias. Esta decisión, anunciada por la codictadora Rosario Murillo, se traduce en la imposición de "desfiles cristianos" y actos con un claro sello partidario en todos los municipios del país, una estrategia que busca politizar las efemérides religiosas.
Murillo justificó la participación de los jóvenes sandinistas en esta agenda pública, exaltando los principios de la Palabra de Dios, aunque la oposición y organizaciones humanitarias señalan que el régimen no los cumple en la práctica. En su alocución, la codictadora declaró: “Hemos visto esa hermosísima gala del teatro Rubén Darío celebrando el aniversario y hoy también se va a transmitir a través del canal 6 la gala que se realizó el domingo pasado y que nos une a todos desde la Biblia el libro sagrado de los cristianos donde se predica el amor, el amor entre nosotros, el amor, la fraternidad y así es como queremos vivir por eso la juventud se involucra tanto porque defendemos el amor la concordia como modelo de vida de las familias nicaragüenses”.
El Ministerio de la Juventud (MINJUVE) y las estructuras juveniles del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) han tomado el liderazgo de estas actividades, incluyendo un culto nacional en coordinación con la Federación de Iglesias Evangélicas Nicaragüenses (FIENIC). Esto marca un claro traslado del control operativo y simbólico de las celebraciones, desplazando a pastores y redes históricas de iglesias que tradicionalmente articulaban estas conmemoraciones.
El régimen ha lanzado eventos como la Gala Nacional de Música y Danza Cristiana y la Copa Cristiana “Glorias y Victorias 2025” bajo el paraguas del MINJUVE, iniciativas que la propaganda oficialista presenta como la unión de “fe, pasión y deporte”.
Sin embargo, la FIENIC, estructura cobijada por el oficialismo, es vista por pastores independientes como “algo político disfrazado de cristiano”, y acusan a su dirigencia de socavar espacios tradicionales para erigir una federación subordinada al Gobierno.
Este proceso de apropiación religiosa se da en un contexto de represión documentado desde 2018. El discurso oficialista de "libertad religiosa" contrasta con el encarcelamiento de opositores, entre ellos el pastor evangélico Rudy Antonio Palacios Vargas.
La persecución también ha afectado a la iglesia misionera "Puerta de la Montaña", cuyos pastores y colaboradores nicaragüenses fueron excarcelados y enviados al destierro en Guatemala como parte del grupo de presos políticos deportados. En el ámbito católico, la sistemática agresión estatal ha forzado al destierro o exilio a más de 300 religiosos, incluyendo a los obispos Rolando Álvarez, Silvio Báez, Carlos Enrique Herrera e Isidoro Mora.