
La iglesia anglicana que fue del amigo Atilano Coco recibió este 25 de noviembre un acto cultural singular durante el cual Pablo de Unamuno reflexionó sobre el legado del pensamiento de su abuelo Miguel de Unamuno (1864-1936), poniendo el acento en el tema de la libertad como eje central de sus escritos.
Según Pablo, la libertad para su abuelo no era un concepto abstracto, sino una experiencia vivida junto a los que sufrían injusticias.
El evento, desarrollado en el marco de los “Miércoles de Santo Tomás” y acompañado por el reverendo Rubén Legidos, así como por los periodistas Lira Félix y Elena Vecilla, reunió a un público que recibió con especial atención el testimonio de Pablo de Unamuno. Su relato, sencillo y cercano, conmovió a los asistentes al evocar la figura de un abuelo al que nunca conoció, pero cuya vida y pensamiento aprendió a admirar desde la infancia.
Según recordó, Miguel de Unamuno definió la libertad desde muy joven como “la esencia del ser humano”, una idea que conjuga cultura, verdad y compromiso social.
Durante su intervención, mencionó la capacidad del autor para permanecer sin afiliación política o grupal, y subrayó cómo su defensa firme de la tolerancia y la libertad le valió enfrentamientos con el rey Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera y el régimen franquista.
El discurso de Pablo, según informó Salamanca TV al día evocó también los años universitarios de su abuelo en Madrid y su etapa como rector de la Universidad de Salamanca, así como su compromiso con las gentes del campo, en particular de Boada, que ganaron parte de su causa gracias al apoyo del pensador.
“Baja del cielo, libertad sagrada”, citó retomando un poema de Unamuno como símbolo de que la libertad está entrelazada con dignidad, justicia y verdad.
El encuentro también aportó una dimensión afectiva. Pablo se dirigió a su abuelo con el término “mi abuelo” y recordó fragmentos íntimos de su vida, incluyendo el exilio y los años finales en Salamanca, donde escribió bajo vigilancia domiciliaria. En ese período, compartía con aquellos que sufrían opresión y siguió reafirmando que “volveré, no con mi libertad, que nada vale, sino con la vuestra”.
El acto completo, que forma parte de una serie cultural organizada en Salamanca para difundir el legado del autor de obras como Del sentimiento trágico de la vida, resaltó cómo el concepto de libertad, tan recurrente en el unamunismo, sigue vigente en la actualidad.
Como concluyó Pablo: “La libertad que defendió mi abuelo no era una conquista para él solo, sino una llama para el pueblo libre que merecía vivir en verdad”.





