
Pionero en su tipo, Maná: Museo de la Biblia, es un recinto cultural laico dedicado en la Ciudad de México al estudio y la conservación del texto sagrado desde perspectivas históricas, literarias, filosóficas y estéticas.
Inaugurado en el año 2000 por el filósofo y teólogo Cristian Gómez, el inmueble cuenta con más de 3 mil ejemplares desde el siglo XVI hasta el XIX, incluyendo facsímiles y piezas originales.
Gómez, habilitó hace un cuarto de siglo una vieja casona en el número 31 de la calle de Tonatzin, en la colonia Tlaxpana, para la operación del primer museo con temática bíblica en el continente americano.
El material que se puede encontrar comprende Biblias en idiomas bíblicos originales como hebreo, arameo y griego, así como traducciones a lenguas mexicanas en náhuatl, totonaco, mixe, zapoteco, maya; también incluyen Braille y lenguaje de señas.
Además de las diferentes versiones de la Biblia, hay objetos que ayudan a comprender mejor la historia de este libro y de las religiones que toman sus principios de él.
En el lugar hay réplicas de la Mezuzah, un pequeño rollo de pergamino con inscripciones de versículos de la Torá que se guarda en un recipiente y se fija al lado derecho del marco de la puerta de las casas y habitaciones judías.
Los visitantes, también pueden apreciar una réplica del Arca de la Alianza y objetos que de acuerdo con los escritos bíblicos acompañaron al pueblo hebreo durante su largo peregrinar en las lejanas tierras del oriente.

El museo también ofrece cursos de teología y de idiomas bíblicos. Uno de los propósitos de la institución es que las personas se acerquen a la Biblia como un texto estético y la conozcan desde un punto de vista literario, lo cual en la óptica de los administradores permite superar “fanatismos y luchas religiosas”.
En el recinto también se programan talleres de dibujo, teatro, música, ballet y además cuenta con una exposición itinerante denominada: “Del papiro a la computadora, la Biblia: más de 4000 años de historia”. Dicha exposición se ha presentado en varias universidades del país, espacios públicos, museos, escuelas e Iglesias de distintas ciudades.
El espacio invita a las comunidades de creyentes a que vuelvan a la Biblia como autoridad suprema de la fe, que guía el modelo del cristianismo autentico, centrado en la comunión íntima con Dios.
En otro lugar del inmueble, se puede observar la sección de la Reforma, la integran textos publicados durante la época histórica de la Reforma protestante, así como las Biblias escritas en más de 350 idiomas. También cuentan con ediciones completas de diversas confesiones religiosas y algunos textos apócrifos.
Dentro de sus vitrinas el museo también posee un ejemplar de la llamada Biblia de Lutero, editada en 1534, considerada la primera traducción al alemán e ilustrada por un grabador desconocido.
Llama la atención que en el recinto se encuentra un ejemplar de la “Biblia del Oso”, conocida mundialmente por el emblema que ostenta en su portada.
“La Biblia del Oso”, fue la primera traducción completa de las Sagradas Escrituras al español a partir de los idiomas en los que fue escrita originalmente: hebreo y griego. Salió de la imprenta en 1569, incluso 35 años antes que saliera a la luz “El Quijote de la Mancha”.
Sin embargo, no gozó de la misma fama que el texto de Cervantes al identificarse como el texto sagrado del protestantismo en idioma castellano, por el contrario, fue prohibida, perseguida y la gran mayoría de sus ejemplares quemados. Cuatro siglos y medio después, sobreviven únicamente 32 ejemplares originales de un tiraje de 2.600.

“En Maná, museo de la Biblia tenemos un ejemplar original de la “Biblia del Oso” de los pocos que quedan en el mundo”, apuntó Paola Aviña, representante y encargada de visitas guiadas.
Según Aviña, en Maná se combinan dos cosas valiosas, el libro de los libros cuyo valor y legado es preponderante y las almas que con pasión hacen posible la proyección del espacio.
“Recibimos al experto en corrientes religiosas, al escéptico, al curioso, al estudiante, al que busca forjarse una opinión propia sobre este libro, al que busca desarrollar su espiritualidad”, apuntó.
“Quizá un acervo tan rico y el amor de servicio que se tiene aquí regularmente generan en el visitante más dudas que certezas, curiosidad intelectual y espiritual y la convicción de que la Biblia es mucho más interesante y valiosa de lo que se ha creído popularmente”, indicó Viña.
A finales del mes de octubre los directivos del museo Maná, planean llevar su exposición a la ciudad de Xalapa, Veracruz.