
El Consejo Evangélico Autonómico de Andalucía (CEAA) lanzó una campaña internacional de firmas para reclamar la cesión de espacios en el Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla), lugar donde se tradujo la primera Biblia en castellano, conocida como la Biblia del Oso.
La iniciativa busca reunir adhesiones de iglesias, entidades y creyentes de todo el mundo para preservar y dar un nuevo uso a un enclave considerado esencial en la historia de la Reforma en España. Este monasterio tuvo una importancia crucial para el desarrollo de la Reforma protestante en ese país. Muchos de sus monjes terminaron en la hoguera o en el exilio, pues usaron este lugar como un centro de resistencia espiritual e intelectual.
El presidente del CEAA, José Manuel Marín Rondán, afirmó que el proyecto “no se trata solo de un trámite institucional, sino de una declaración de fe, de unidad en Cristo y de compromiso con nuestro legado espiritual”. Para facilitar la participación internacional, el manifiesto está disponible en español, inglés, alemán y portugués.
Un patrimonio histórico y espiritual
Fundado en 1301 y declarado Bien de Interés Cultural en 1872, el monasterio se convirtió en cuna de figuras como Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, responsables de la traducción de la Biblia del Oso (1569), símbolo de la lucha por la libertad religiosa y el acceso a las Escrituras.
Las ideas de la Reforma protestante comenzaron a resonar entre sus muros. A pesar de estar en un país firmemente católico, el lugar se convirtió en un foco de pensamiento reformista que atrajo a teólogos y eruditos, quienes desafiaban las normas establecidas.
Los manuscritos y cartas de esa época muestran un intenso intercambio de ideas. San Isidoro del Campo no solo fue un receptor pasivo de las corrientes reformistas, sino también un participante activo en su difusión.
El documento advierte sobre el deterioro progresivo del conjunto y reclama la cesión de los espacios denominados Edificio Molino y Edificio Pósito, con sus aledaños, para garantizar su conservación y uso público.
Proyecto abierto a la sociedad
El CEAA propone transformar el monasterio en un espacio socio-cultural con varias áreas:
Centro Cultural, con exposiciones y actividades sobre el legado reformador y el patrimonio andaluz.
Centro Educativo y de Formación, para seminarios y encuentros académicos.
Centro de Documentación Bíblica, dedicado a la digitalización y difusión de textos históricos.
Centro Turístico, con rutas guiadas y actividades interactivas.
Sede institucional del CEAA, como punto de encuentro de iglesias y entidades.
Un Consejo Asesor integrado por especialistas en historia, patrimonio, teología, educación y gestión cultural supervisará el desarrollo del proyecto.
El manifiesto concluye con un mensaje de alcance internacional: “San Isidoro del Campo debe ser preservado, conocido y compartido. Por la memoria, la libertad y el futuro común”.