
En el Salón Héroes de Malvinas, ubicado en la planta baja de la Casa Rosada, sede de la administración gubernamental del Presidente de la República Argentina, fueron convocados nuevamente pastores pertenecientes a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). Allí estuvieron el presidente Javier Milei; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Ministros, Manuel Adorni; y el ministro del Interior, Diego Santilli, los mismos funcionarios que participaron del encuentro realizado en noviembre.
El encuentro tuvo lugar este lunes 22 de diciembre y marcó un hecho inédito en más de 200 años de historia nacional. Por primera vez, la Casa de Gobierno, reconocida como la Casa del pueblo, recibió a pastores evangélicos, acompañados por el Coro Polifónico Nacional Evangélico (CPNE) y la Camerata Paz, ambos dirigidos por la maestra Constanza Bongarrá. Durante la jornada se interpretaron villancicos y cantos tradicionales navideños que representan la fe cristiana y evangélica.
Diario Cristiano dialogó con varios de los protagonistas y asistentes, entre ellos pastores representantes de distintas provincias, presidentes de consejos pastorales, presidentes denominacionales afiliados a ACIERA y músicos que participaron del encuentro.

El primero en responder fue Hugo Baravalle, pastor de una iglesia en el conurbano bonaerense y expresidente de ACIERA hace más de una década. Baravalle aseguró que “lo diferente fue la atención, el respeto, el espacio” con que recibieron a los pastores. Habiendo ingresado a la Casa Rosada durante gobiernos anteriores, dio testimonio de un cambio notorio en la política de relaciones públicas del actual gobierno nacional encabezado por Javier Milei hacia las confesiones de fe.
“Hubo referentes de todo el país, desde Jujuy hasta Ushuaia, Tierra del Fuego, Río Grande, y casi todas las provincias representadas”, señaló Baravalle, y agregó que participaron alrededor de “ochenta pastores”.
Por su parte, el pastor Alejandro Espinola, secretario del Consejo Directivo Nacional de ACIERA, contó que “el presidente fue quien hizo la invitación. Nosotros jamás la pedimos. Lo hicieron ellos y nos sentimos honrados”.
“Nunca habíamos vivido tiempos como este, donde la Casa de Gobierno se abre para que la iglesia evangélica pueda orar, cantar, adorar a Dios y celebrar el nombre de Jesús”, afirmó.
Espinola tuvo a su cargo la coordinación del programa, que incluyó tiempos de oración, momentos musicales y un espacio en el que Milei se dirigió a los presentes, luego de recibir el saludo personal de cada uno de ellos.
En ese sentido, Baravalle destacó que una de las grandes diferencias fue que les permitieron “orar por más de una hora”. Recordó que “otras veces [con otros gobiernos] era un saludo protocolar, nos dábamos las manos y listo. Aquí, cada uno pudo saludar y darle un abrazo [a Milei]. El Presidente fue muy cálido y hay una gran diferencia con todas las otras veces”. También relató que “hubo un buen rato de oraciones, por el país, por la economía, por la familia”. Además, contó que el mandatario argentino “tuvo unas palabras muy buenas con respecto a los valores morales que él sustenta y que están basados en nuestra fe judeocristiana. Y que la economía depende de cómo nos portemos con esos valores”.

“Es un tiempo de Dios donde los nuestros se han multiplicado y estamos viendo la mano del Señor”, expresó Espinola. En ese marco, relató que el fotógrafo oficial de Presidencia era un “hermano en la fe, quien no sabía de qué se trataba el acto. Fue convocado y se enteró en el momento de qué se trataba”. Con alegría, afirmó: “yo creo que estamos metiéndonos en todos los rincones”, no solo de la política argentina, sino también en las artes, los deportes y la vida social en general. “Este es un tiempo muy importante de la iglesia. Esperemos estar a la altura, como iglesia, para afrontar estos desafíos”, indicó.
Desde el corazón del conurbano bonaerense, el presidente del Consejo de Pastores de Hurlingham, David Patiño, expresó su emoción por haber estado en el lugar por primera vez y en una ocasión tan especial. “Lo que vivimos ayer no me tiene sorprendido, sino maravillado”, afirmó, y aclaró: “porque estamos en este tiempo viendo cómo la mano de Dios se mueve en todos los estamentos de la sociedad”.
Uno de los pastores que llegó desde más lejos fue Juan Carlos Bazán, líder de la Iglesia Catedral de los Milagros, en Salta. Para él fue “un verdadero privilegio poder participar en una fecha tan importante para todos los cristianos y para toda la humanidad, es decir, el nacimiento de Jesucristo, en un lugar emblemático como lo es la Casa Rosada”.
Bazán celebró que “las puertas de Casa Rosada estaban abiertas para que podamos celebrar” y que, por primera vez, “un culto evangélico en un recinto oficial se pueda celebrar con un coro y una orquesta sinfónica de primer nivel”. También destacó “poder escuchar las palabras de la máxima autoridad de nuestra Nación, el Sr. Presidente Javier Milei, hablando acerca de que los valores judeocristianos son fundamentales e indispensables para construir una Nación”. Asimismo, le llamó la atención que el mandatario afirmara que “la eficacia de un gobierno tiene que ir acompañada de una buena moral basada en estos valores”, lo que definió como algo que “abre el corazón con una esperanza y una paz, como el mensaje que siempre proclamamos para Navidad”.
Patiño, por su parte, señaló que tuvo “sensaciones encontradas, porque en un lugar tan emblemático, donde circulan tantas opiniones adversas, ayer se pudo levantar bien en alto la bandera del evangelio y tener un tiempo de adoración en el nombre de Jesús, recordar esta Navidad en un ambiente muy cálido de fraternidad con los hermanos”. Añadió que, con la presencia del Presidente y parte de su gabinete, sintieron que no solo estaban ante una autoridad civil, sino que “hemos sentido que la mano de Dios está obrando en su corazón. Esperemos que esto sea genuino, pueda avanzar y que él pueda tener un encuentro personal con Jesús”.
Por otro lado, Bazán hizo hincapié en que “en el mundo se está tratando de que no se celebre la Navidad o que la Navidad no es Jesús. Que no se permita poner en lugares públicos pesebres por miedo a ofender a otras religiones”. En ese sentido, remarcó que ver a la Casa Rosada con un pesebre armado en su entrada “nos recuerda que hay un nuevo tiempo para nuestra nación”. Afirmó que no se trata solo de un tiempo político o económico, sino de “un tiempo espiritual muy importante en el que Dios va a hacer brillar a esta nación bajo la cobertura de su bendición”.
Los músicos
Diario Cristiano también dialogó con Constanza Bongarrá, quien dirige con profesionalismo y entrega tanto al Coro Polifónico Nacional Evangélico como a la Camerata Paz. “Estoy muy agradecida al Señor. Toda la gloria a Él, por habernos permitido vivir este día histórico. Poder cantar estas letras tan importantes y declarar un montón de expresiones que piden que Cristo nos gobierne, que nos hable una vez más y que esté presente, que nos dé paz. Fue muy emocionante para el Coro y para la Camerata. Somos dos ministerios que venimos caminando hace muchos años. Trabajamos muy fuerte para estar a la altura del arte de nuestra ciudad y de nuestro país”, expresó.
“Para nosotros es muy significativo” haber sido invitados a una ocasión tan especial, indicó. El Coro Polifónico Nacional Evangélico se formó en el marco de la celebración de los 500 años de la Reforma y continúa hasta el presente brindando música, cultura, espiritualidad y evangelizando a través de sus voces. “Dios nos afirma una vez más que los pasos que estamos dando con tanto esfuerzo y preparación dan fruto”, afirmó.
Asimismo, Constanza compartió el testimonio de Bárbara Escobar, coreuta del CPNE: “Queremos darles muchas gracias a quienes estuvieron orando e intercediendo por nosotros… personas que sabían de este evento en Casa Rosada”.
“Hemos levantado el nombre del Señor en alto en plena Casa Rosada, siendo parte de un día histórico. Oramos por la Argentina, bendecimos a la Argentina con nuestras canciones. Fuimos la extensión de la Iglesia en ese lugar”, añadió.

También se conoció el testimonio de un músico venezolano integrante de la Camerata Paz, quien expresó con emoción: “¡Qué bello que en Argentina, el día de hoy, se haya creado este punto de apertura. Eso [en otros países] no pasa. Yo le decía a los muchachos: ‘esto no es normal’. No es común que un dirigente político diga abiertamente ‘quiero que vengan, quiero implementar esto’ o ‘necesito que vengan los pastores a orar’. Eso no es normal”.
Este encuentro, al igual que el realizado hace un mes en la Casa de Gobierno, configuró un cambio de época. Marcó un tiempo diferente para una nación que supo sostener principios basados en verdades bíblicas y que luego le dio la espalda a Dios. Ese alejamiento permitió el desinterés, el cambio de valores y la adopción de ideologías contrarias a la Palabra de Dios, lo que provocó una profunda debacle. Al menos en apariencia, ese proceso comenzó a revertirse a partir de estos gestos significativos, que reflejaron un cambio de mentalidad en la cúpula del gobierno nacional.





