
A días de las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre en Honduras, las iglesias evangélicas iniciaron jornadas de oración y llamados públicos a la paz, la participación democrática y la transparencia del proceso electoral. Estos actos fueron realizados tanto en la capital, Tegucigalpa, como en otros departamentos del país.
Una de las principales movilizaciones fue convocada por la iglesia evangélica bajo el lema de garantizar “una fiesta cívica” y libre de violencia. El presidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa, Mario Banegas, señaló que la iglesia considera el voto como “una expresión de hermandad” y afirmó que “los hondureños somos hermanos, y no podemos estar peleando, destruyéndonos unos a otros”.
Asimismo, instó a la población a salir masivamente a votar en los 18 departamentos para que las elecciones sean una bendición para la nación.
La jornada de oración tuvo lugar en un contexto de fuerte interés público y acompañamiento ciudadano. Como informó Diario Cristiano, se había anunciado una jornada de oración por Honduras para el 22 de noviembre, como parte del aporte de las iglesias al clima democrático y pacífico que demanda el proceso electoral.
Por su parte, el diario La Tribuna reportó que por lo sucedido el sábado 22 de noviembre, la Iglesia evangélica “clama por paz y democracia”, llamando a que el proceso electoral se desarrolle sin incidentes que afecten la legitimidad del resultado.
Banegas confirmó una nueva jornada de oración a realizarse el próximo sábado 29 de noviembre, previo a la votación. La invitación fue abierta a iglesias, ministerios y creyentes en general. El líder evangélico además confirmó que llegarán delegaciones desde aldeas, caseríos y zonas rurales, de todo del país.
La participación de la comunidad religiosa también se extiende al ámbito católico, que igualmente condujo jornadas de oración por la “paz y transparencia” en las elecciones. Según Once Noticias, la iglesia católica inició esta misma semana actividades especiales de oración, en preparación para la fecha electoral.
Los analistas coinciden en que este tipo de iniciativas de fe son un componente importante del entramado social hondureño y pueden influir positivamente en la legitimidad del proceso electoral. En un país con antecedentes de disputas post-electorales, el llamado de la Iglesia a la calma, la participación ciudadana y la fe como motor de democracia adquiere relevancia.
La invitación a los ciudadanos es clara: acudir a las urnas, ejercer el derecho al voto de manera consciente, y contribuir a que el 30 de noviembre sea una jornada electoral pacífica. Al mismo tiempo, las iglesias señalan que mantendrán su enfoque en la formación ciudadana desde valores cristianos, sin injerencia partidaria directa, pero con presencia activa en el llamado a la responsabilidad democrática.





