EXCLUSIVO: Referentes evangélicos argentinos celebran designación de iglesias como entidades jurídicas

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Tras décadas de gestiones, las iglesias evangélicas en Argentina obtuvieron el reconocimiento oficial como personas jurídicas religiosas. El decreto nacional y las resoluciones provinciales marcan un avance histórico en materia de igualdad y libertad religiosa. Referentes del sector celebran la medida y advierten que aún queda camino por recorrer. Foto: Iglesia Rey de Reyes - Redes sociales

La semana pasada una de las noticias más destacadas de la República Argentina en materia de libertad religiosa fue el anuncio del reconocimiento con personería jurídica a las iglesias evangélicas y otras confesiones de fe, tal como lo informó Diario Cristiano.

Este cambio histórico fue posible gracias a una serie de resoluciones y decretos, tanto a nivel nacional como provincial, que permiten a las comunidades de fe operar legalmente como lo que son: entidades religiosas, y no simples asociaciones civiles o fundaciones.

Diario Cristiano dialogó con algunos de los actores que desde hace tiempo levantan la bandera de la libertad y la igualdad religiosa, abogados, pastores, políticos, observadores sociales, representantes de las iglesias. Un conjunto de hombres y mujeres que dieron batalla en el reconocimiento que hoy comienza a ser una realidad altamente esperada.

Según explicó el politólogo y ex vicepresidente de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), Gastón Bruno, “la resolución 15/2024 de la Inspección General de Justicia representa el histórico decreto que oficializó a las iglesias evangélicas con personería jurídica en Argentina”. A partir de esta normativa, las iglesias, confesiones y comunidades religiosas pueden inscribirse formalmente, rubricar libros, gestionar su CUIT (Clave Única de Identificación Tributaria) y acceder a derechos plenos conforme al artículo 148 del Código Civil y Comercial de la Nación.

Este reconocimiento cobra una relevancia especial, sobre todo porque “las comunidades de fe dejan de estar obligadas a inscribirse legalmente como instituciones jurídicas con razones estatutarias que no son las legítimas, como fundaciones y asociaciones civiles, y sean reconocidas como lo que sí son, entidades religiosas”. Esto implica un respaldo institucional que fortalece el trabajo de las iglesias en áreas como la educación, la acción social y la salud comunitaria.

A lo largo del tiempo las nuevas generaciones han mantenido viva esta demanda. Un largo camino plagado de discriminación. Gracias a Dios esto ha llegado a su fin. Nos toca ahora honrar este logro con orden, integridad y transparencia. - Norberto Saracco.

Para Raúl Scialabba, abogado constitucionalista y ex presidente en tres ocasiones del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR), este avance también significa un acto de justicia. “Resultaba casi imposible explicar a un extranjero que desconocía las leyes de nuestro país, que en pleno siglo XXI, jurídicamente hablando, para el Estado argentino no existieran como tales los evangélicos, judíos, musulmanes y cualquier otra confesión religiosa, a excepción de la Iglesia Católica”, sostuvo quien es uno de los más férreos batalladores para la obtención de la igualdad religiosa.

Hasta la reciente normativa, las iglesias evangélicas estaban obligadas a funcionar bajo otras figuras jurídicas. “Han tenido que disfrazarse de asociaciones civiles o de fundaciones para poder ser reconocidas, con todo lo que ello trae aparejado”, detalló Scialabba, y agregó: “Esta reglamentación consagra un principio de igualdad jurídica en correlato con la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos”.

La implementación no se limita al ámbito nacional. El 13 de marzo pasado, la provincia de Santa Fe firmó un decreto habilitando el registro local. Formosa, Corrientes y Córdoba siguieron la misma línea, oficializando también la personería religiosa para iglesias evangélicas en sus territorios.

Pero para los protagonistas de este proceso, aún queda camino por recorrer. Scialabba recordó que “el reconocimiento de la personería religiosa es el primer paso hasta llegar a la derogación de la Ley 21.745, [que obliga a las iglesias a registrarse en “un registro de cultos” y no ser tratadas con personería juridica] que requerirá de la sanción de una ley del Congreso”. Y advirtió: “¿Cuántos años más tendrán que pasar?”, en un claro reclamo por los ya 30 años transcurridos desde el inicio del pedido a los diferentes gobiernos.

Recordemos por último que la libertad religiosa es la madre de todas las libertades y cuando se ve amenazada, todas las libertades se ven amenazadas - Raúl Scialabba

El último proyecto de Ley de Libertad Religiosa fue presentado en 2017, con consenso entre las distintas confesiones, pero nunca fue tratado. “Lamentablemente nunca fue tratado por los ‘representantes del pueblo’”, señaló Scialabba. Para él, una futura ley debería garantizar derechos tanto a las personas como a las comunidades religiosas, incluyendo la objeción de conciencia: “Es indispensable tutelar el derecho de toda persona de conducirse de acuerdo con lo que su conciencia religiosa o simplemente moral”.

“Recordemos por último que la libertad religiosa es la madre de todas las libertades y cuando se ve amenazada, todas las libertades se ven amenazadas”, concluyó.

Diario Cristiano también consultó al pastor Norberto Saracco, miembro del Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires y del comté ejecutivo de ACIERA, y otro de los gestores del histórico reclamo. “Es un importante avance al reconocer a las iglesias como tales y no, como ocurría hasta ahora, que estábamos forzados a tomar un formato legal que no consideraba las particularidades de una institución de fe", afirmó Saracco. "Desde 1989 que algunos de nosotros hemos venido demandando para que esto sea posible. A lo largo del tiempo las nuevas generaciones han mantenido viva esta demanda. Un largo camino plagado de discriminación. Gracias a Dios esto ha llegado a su fin. Nos toca ahora honrar este logro con orden, integridad y transparencia. ¡Gloria a Dios!”, agregó.

Una de las ex diputadas que trabajó en proyectos presentados en el 2020 y en el 2022 fue Dina Rezinovsky. A través de sus redes sociales expresó que este logro “llega después de 30 años de trabajo entre las organizaciones del sector y los distintos Ejecutivos que gobernaron durante este tiempo. Este reclamo se materializó a través de proyectos de ley presentados por distintos diputados, entre los que me encuentro, y busca que las iglesias evangélicas sean reconocidas legalmente como lo que son: iglesias, y no tengan que adoptar la forma jurídica de fundación o asociación civil”.

Además, Rezinovsky aseguró e insistió en que “hace 30 años que se trabaja este tema. Durante el gobierno de [Mauricio] Macri se llegó a presentar un proyecto de ley desde el Ejecutivo, pero no llegó a tratarse. Durante el gobierno de Alberto [Fernández] no se avanzó casi nada. No obstante, se siguió trabajando. Esto es producto del trabajo de años que se dio ahora”. 

“No creo que sea por una búsqueda de votos, sino la perseverancia en insistir con el tema”, concluyó la exdiputada.

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