Perú actualiza su ley de igualdad con una propuesta centrada en mujeres y hombres

Milagros aguayo
La legisladora Milagros Jáuregui de Aguayo, presidenta de la Comisión de Mujer y Familia, durante el debate parlamentario. Foto: Congreso de la República de Perú

El Congreso del Perú aprobó un proyecto de ley autoría de la congresista Milagros Jáuregui de Aguayo, quien también preside la Comisión de Mujer y Familia. La propuesta establece una nueva Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Con 79 votos a favor, 17 en contra y 6 abstenciones, la nueva ley fue exonerada de segunda votación.

Según la nota oficial, publicaca en el sitio web del Congreso de la República, la propuesta busca actualizar el marco legal para “proscribir toda forma de discriminación basada en el sexo y promover la igualdad en los ámbitos político, laboral, económico, social y cultural”.

El proyecto modifica el enfoque vigente desde 2007, y reemplaza la referencia al término “género” por expresiones centradas en “mujeres y hombres” o “sexo”. Diversos análisis advierten que este cambio generó un acalorado debate en sectores que consideran que la definición previa respondía mejor a las desigualdades estructurales.

El medio Caretas señaló que la propuesta “reemplaza el concepto de ‘género’ por el de ‘sexo’ como base para garantizar derechos”, lo que ha suscitado reacciones divididas en el ámbito académico y político.

La agencia estatal Andina informó que el dictamen se enmarca en el el artículo 2 de la Constitución Política, que señala la igualdad ante la ley y prohibe la discriminación fundada en el sexo. “El objetivo es garantizar que mujeres y hombres accedan de manera equitativa a derechos y oportunidades”, detalló el reporte.

Las nuevas disposiciones establecen que jueces y fiscales serán formados en el “Enfoque de Igualdad entre Mujeres y Hombres” en reemplazo de los programas basados en “Enfoque de Género”. Además, estas capacitaciones no podrán estar a cargo de personas vinculadas a organizaciones no gubernamentales cuyos miembros tengan procesos abiertos contra el Estado en instancias nacionales o internacionales.

En el ámbito educativo, la norma plantea sustituir la “Educación Sexual Integral” (ESI) por una “Educación Sexual con base Científica, Biológica y Ética”, garantizando que los padres puedan intervenir y participar en la formación de sus hijos.

Para comprender la trayectoria de este tema en el Perú, es necesario recordar que la Ley de Igualdad de Oportunidades del 2007 definía discriminación por sexo como “cualquier tipo de distinción, exclusión o restricción, basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos”.

Organismos internacionales señalaron que, a pesar del marco legal existente, persisten brechas significativas. Un informe de la OCDE sobre igualdad de género en el Perú indicó que aún existen barreras para las mujeres en materia de ingresos, empleo y acceso a posiciones de liderazgo, lo que limita el pleno ejercicio de sus derechos.

Desde espacios sociales y de investigación, se recuerda que estas brechas se expresan de múltiples formas. La organización Women CEO Perú señaló en un análisis reciente que “la equidad de género en el Perú se encuentra en permanente riesgo… se expresa en la violencia de género, la vulneración de derechos económicos y sociales, así como en el limitado acceso y participación de las mujeres en espacios de decisión”.

Desde el enfoque provida y profamilia, la mirada está puesta en el impacto que esta ley tendrá en la protección de la maternidad, la paternidad, los derechos de la familia y la complementariedad entre varón y mujer.

El desarrollo reglamentario y la implementación de la norma serán observados de cerca por organizaciones civiles, iglesias y colectivos que trabajan en defensa de la vida, la familia y la dignidad de la persona. Su participación será clave para asegurar que las políticas de igualdad respondan a la realidad del país, protejan a las mujeres y a los hombres sin excluir a la familia como núcleo fundamental de la sociedad, y garanticen que la igualdad no contravenga los principios que sostienen la convivencia y el reconocimiento mutuo.

Más reciente