
Tras confirmarse la victoria de José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile este domingo, una ola de esperanza y gratitud ha recorrido al liderazgo evangélico de la nación sudamericana.
Tal como informó Diario Cristiano Internacional el candidato del Partido Republicano se impuso con una mayoría histórica, un resultado que diversos pastores y líderes políticos cristianos atribuyen no solo a un cambio de ciclo político, sino a la voluntad de Dios tras un tiempo de intensa oración.
La comunidad evangélica, que jugó un rol activo durante la campaña, ve en el presidente electo a un aliado valórico y espiritual. Desde Santiago para Diario Cristiano, el pastor Hernán Pérez Landeros expresó su satisfacción, calificando el resultado como "un triunfo que esperaba el pueblo evangélico".
Una respuesta a la oración
Para la iglesia chilena, esta elección trascendió lo meramente político. Según Pérez Landeros, hubo una movilización espiritual masiva: "Muchos evangélicos participamos en las elecciones municipales y el pueblo evangélico en su gran mayoría estaba orando para que Dios permitiera que José Antonio Kast fuese el presidente de Chile".
El presidente electo, conocido por su firme postura a favor de la familia y el orden público, ha logrado capitalizar el descontento social y la necesidad de seguridad de la nación sudamericana.
La cercanía del mandatario electo con el mundo evangélico ha sido clave. Pérez Landeros destacó que Kast es un creyente que mantiene "muy buenas relaciones con todos los pastores" y recordó que incluso dentro de la estructura de su partido, una de las vicepresidentas es "una hermana cristiana evangélica".
"Estuvimos orando para que Dios hiciera su voluntad, y la voluntad fue hecha de acuerdo a que, de parte de Dios, José Antonio Kast fuera nuestro futuro presidente", afirmó el pastor, reconociendo la soberanía divina en el proceso electoral.
Consolidación del bloque social cristiano
La victoria de Kast también ha sido celebrada por las fuerzas políticas que se unieron para evitar la dispersión del voto conservador. El Partido Social Cristiano (PSC), que agrupa a una importante parte de la representación evangélica en el Congreso, fue una pieza clave en este triunfo. Figuras como la diputada Francesca Muñoz, quien declinó su propia candidatura presidencial meses atrás para apoyar a Kast, habían llamado a la unidad del sector "por amor a Chile" y para enfrentar lo que consideraban un gobierno fracasado.
Asimismo, la diputada Sara Concha, presidente del PSC, había instado repetidamente a la unidad de la oposición, señalando que el verdadero adversario era la "izquierda radical" y la inseguridad que afecta a las familias chilenas. Para el bloque cristiano en el parlamento, este resultado valida la estrategia de unidad y refuerza la defensa de la vida, la familia y las libertades fundamentales frente a las políticas impulsadas por la administración saliente.
Un mandato histórico y de emergencia
Desde el frente político, el júbilo también es evidente. Benjamín Lorca, recién electo diputado por el Partido Republicano, describió - en declaraciones exclusivas para Diario Cristiano - el resultado como una "victoria exuberante y muy contundente".
Lorca subrayó el alcance nacional del triunfo, señalando que es la "primera vez que un presidente de la República gana en todas las regiones de Chile" y que, de las 346 comunas, solo no obtuvo la mayoría en 33 de ellas, convirtiéndose en el "presidente más votado en la historia de Chile".
Sin embargo, el nuevo diputado reconoció que el camino no será sencillo. Lorca definió a la futura administración como un "gobierno de emergencia" destinado a resolver crisis urgentes. "Estamos en un momento crítico como país", aseguró, citando la necesidad de controlar la "inmigración irregular descontrolada" y la crisis de seguridad que mantiene a la población con una sensación de inseguridad "altísima".
Además, Lorca enfatizó la urgencia de reactivar la economía, lamentando que "Chile no está creciendo" y que se ha perdido mucha inversión extranjera, lo que ha golpeado fuertemente a las familias chilenas.
Recuperando los valores y el sentido común
El análisis de los líderes coincide en que este voto masivo representa un rechazo a la gestión anterior y un deseo de retorno al orden. El pastor Pérez Landeros fue enfático al señalar que el nuevo gobierno llega tras un periodo difícil bajo una administración "totalmente socialista" y, a su juicio, "sin experiencia", la cual actuó de manera "totalmente contraria a la Palabra del Señor y a las buenas costumbres".
Por su parte, el diputado electo Benjamín Lorca interpretó el sentir de la ciudadanía en las urnas como un clamor por un "cambio radical". Según Lorca, José Antonio Kast encarna valores que el país anhela recuperar: "mesura, sentido común y prudencia".
Lorca recordó los tiempos difíciles que vivió Chile desde las manifestaciones de octubre de 2019, caracterizadas por violencia en las calles, y señaló que Kast representa una esperanza para "recuperar los valores patrios, la importancia que tiene la democracia, las instituciones, la familia y Dios".
Expectativa de mayor inclusión y principios rescatados
A las voces de celebración se sumó una de las figuras más prominentes del mundo protestante chileno, el Obispo Emiliano Soto Valenzuela, presidente emérito de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes.
Desde Santiago, el líder religioso expresó su satisfacción por el resultado de la jornada del 14 de diciembre, destacando que el triunfo de Kast para el período 2026-2030 es recibido como una "muy buena noticia" por un gran porcentaje de la iglesia. Según Soto, el candidato electo "reunía las condiciones, los requisitos y la línea de pensamiento" acordes a los principios y valores cristianos que la comunidad evangélica ha defendido históricamente.
El Obispo Soto proyectó con optimismo el inicio de este nuevo ciclo a partir de marzo del próximo año, describiéndolo como un proceso que, desde una perspectiva conservadora, permitirá "rescatar la gran cantidad de principios que el mundo evangélico siempre ha tenido a través de la historia".
Además, manifestó su confianza en que esta nueva administración traerá consigo una apertura significativa para la Iglesia, augurando que "habrá una mayor inclusión en las diferentes tareas que se tienen a nivel de país", cerrando sus palabras con gratitud a Dios y bendiciones para la nación.
Un futuro con desafíos y esperanza
La jornada electoral dejó una sensación palpable en el ambiente. "Nosotros en la calle sentíamos que esto iba a ser así", comentó Lorca, refiriéndose al ánimo de las familias y la ciudadanía que buscaba superar la frustración generada por el gobierno saliente.
El pastor Pérez Landeros concluyó con un mensaje de optimismo frente a lo que viene, reconociendo el trabajo realizado y la nueva etapa que comienza: "Estamos contentos, estamos alegres... el pueblo evangélico lo toma y agradece al Señor y al trabajo que se ha desarrollado con el nuevo presidente electo".
Con la mirada puesta en el futuro, tanto el liderazgo eclesiástico como los nuevos representantes políticos cristianos se preparan para apoyar una gestión que promete devolver a Chile a la senda del desarrollo, bajo principios que honran la fe y la libertad.





