
En medio de un creciente fenómeno de jóvenes influyentes en la fe dentro de Brasil, una pequeña de 8 años llamada Ester Souza está capturando la atención de millones.
Según un informe detallado de Christian Post español, Ester se ha transformado en una de las figuras evangélicas más visibles del país sudamericano, predicando sermones inspirados en su propia batalla por la vida y su milagrosa recuperación.
La trayectoria ministerial de Ester comenzó tras una dolorosa prueba de fe. En 2020, fue diagnosticada con insuficiencia renal y hospitalizada durante dos meses, periodo en el cual el aislamiento por la pandemia limitó el contacto con sus padres. Fue en ese tiempo de soledad clínica que la niña tuvo una experiencia sobrenatural; según relata el medio, ella "vio a un hombre de blanco" que le prometió que cuidarían de ella.
Tras recibir un trasplante de riñón exitoso en marzo de 2021, Ester comenzó a compartir la Palabra en la iglesia que pastorean sus padres en Votuporanga, São Paulo.
El impacto de Ester no se limita a las 50 personas de su congregación local; su madre graba los servicios y los sube a internet, donde acumula casi 2 millones de seguidores. Su padre, Lucas Souza, enfatiza la autenticidad del mensaje de su hija, asegurando que se centran en la enseñanza bíblica y evitan el sensacionalismo o las prácticas de sanidad que otros niños predicadores promueven.
"La gente se siente atraída por ella porque creen que los niños hablan con sinceridad", explicó Adriana Souza, madre de la menor, refiriéndose a la conexión genuina que la niña establece con su audiencia.
Este caso refleja una tendencia mayor en Brasil, donde la población evangélica ha crecido exponencialmente, pasando del 6.5% en 1980 a más del 26% en la actualidad.
Sin embargo, el auge de los "niños predicadores" en redes sociales también ha levantado preocupaciones entre expertos sobre la exposición temprana y la presión mediática, aunque los padres de Ester aseguran proteger su infancia, permitiéndole jugar y vivir una vida normal fuera del púlpito.





