
Este sábado bajo el lema “Vamos a caminar, con fe y esperanza en Honduras”, miles de hondureños marcharon en más de 50 ciudades del país para participar en una caminata nacional de oración convocada por la Iglesia Católica y la Confraternidad Evangélica de Honduras. La movilización se realizó bajo el lema “Caminar juntos por la familia y la democracia” y buscó promover la unidad, la paz y el respeto al voto ciudadano en el contexto de las próximas elecciones generales.
A pesar de las amenazas de muerte recibidas en los días previos, el pastor Gerardo Irías, presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, reafirmó que la caminata nacional por la paz y la democracia sí se realizó en numerosas ciudades del país.
Irías denunció que los ataques y amenazas surgieron en medio de la preparación del evento, pero insistió: “necesitamos caminar juntos para que el corazón de nuestro Padre Celestial se vuelva también a este pueblo que tanto lo necesita”, y se lo vio vistiendo un chaleco antibalas.
“No tengo miedo porque Dios me protege, pero por recomendación de las autoridades de seguridad tuve que ponérmelo”, respondió a los periodistas que le consultaron por la medida.
La caminata en Tegucigalpa inició desde la Plaza de las Banderas, en la UNAH, y culminó en el Estadio Nacional “Chelato Uclés”. En San Pedro Sula, La Ceiba, Choluteca, La Esperanza y otras ciudades, se replicó la movilización; incluso se extendió a comunidades hondureñas en el exterior.
Organizaciones como colegios profesionales y la Alcaldía del Distrito Central brindaron apoyo logístico y de seguridad para la jornada. Fue notable la presencia de numerosos grupos de jóvenes y personas de la tercera de edad portando pancartas con versículos bíblicos.

Representantes de ambas iglesias participaron activamente. El arzobispo José Vicente Nácher y el pastor Irías encabezaron la caminata, uniendo a sus fieles en una manifestación pacífica y emocional. Durante la jornada, se entonó el Himno Nacional, que conmovió profundamente al pastor Irías, provocando lágrimas y un gesto de abrazo con el arzobispo Nácher.
Al concluir, leyeron un mensaje conjunto en el que afirmaron que “es posible caminar juntos” en Honduras y exhortaron a ejercer el derecho al voto con respeto y responsabilidad el próximo 30 de noviembre. El día de los comicios, más de seis millones de hondureños están llamados a votar para elegir al próximo presidente de la República, 128 diputados al Congreso Nacional, 298 alcaldes y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
En un mensaje claro y contundente, las iglesias invitaron a los aspirantes a cargos de elección popular a mantener espacios de diálogo abierto y encuentros transparentes en beneficio del bien común. Igualmente, se pidió también que expresen públicamente los valores que inspiran sus propuestas políticas, como un gesto de confianza hacia la ciudadanía que acompañará con atención este proceso democrático.
En medio de la concentración, Mario Banegas, presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tegucigalpa, remarcó que si hay alguien que puede traer una solución al país es Cristo. “Unidos en esta caminata, ante la presencia de Dios, nos quebrantamos para pedir por una Honduras sana y restaurada”, expresó.
Con anticipación, la caminata, en la que la mayoría de sus participantes portaban banderas de Honduras, fue criticada con dureza por algunos funcionarios y activistas del gobernante partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, quien además es esposo y principal asesor de la presidente hondureña, Xiomara Castro.
Los convocantes aclararon que la caminata fue un acto pacífico y pacificador, testimonio de que “sí es posible caminar juntos” pese a la diversidad. En un ambiente de oración, fraternidad y fiesta, se reafirmó el compromiso de seguir promoviendo los valores del Evangelio de Jesucristo y de ser mensajeros de paz para todos los rincones de la patria.
Además el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) estuvo en calidad de observador para asegurar que todo se llevara a cabo de manera pacífica. "Condenamos todo tipo de ataques contra los miembros de la iglesia, contra periodistas y contra cualquier persona", dijo Blanca Izaguirre, titular del CONADEH.
Sin embargo, el camino no estuvo libre de tensiones. El Partido Nacional, respetando la naturaleza no partidaria del evento, anunció que sus candidatos no participarían oficialmente y pidió que no se usaran símbolos o consignas políticas durante la marcha.
Además, transportistas que habían ofrecido su flota para facilitar el traslado de participantes denunciaron el decomiso de más de 50 autobuses, lo que fue interpretado por algunos organizadores como un intento de boicot a la movilización.
En la culminación de la multitudinaria caminata de oración por la paz y la democracia en Honduras, el pastor Irías, elevó un llamado contundente a los hondureños: orar para que la clase política actúe con conciencia y para que Dios tome el control del país.
Durante el acto final, el pastor Irías luego de hacer una oración pública a Dios, instó a la ciudadanía a “seguir orando por Honduras, porque solo Dios puede tomar el control de todo lo que no está bien”, subrayando la necesidad de recuperar el rumbo ético y moral de la nación.
Irías también oró para que todo lo que permanece oculto en el escenario político "salga a la luz" pública, y exhortó a los actores políticos a hacer una "política limpia y transparente", en favor del pueblo hondureño.
La invitación de la Iglesia se hizo sentir también en los Estados Unidos y España, donde cientos de migrantes hicieron su propio mitin orando por el bienestar de los hondureños, envueltos en estos momentos en una polarizada y prematura campaña política de cara a las elecciones generales de noviembre.