
Aunque faltan dos años para el recambio presidencial, ya hay rumores que no son nuevos. Tampoco la estrategia política de la gallina lo es. La gallina cacarea en un lugar y pone los huevos en otro. Tal vez algo de eso exista en el rumor de una posible candidatura del mediático predicador Dante Gebel.
Gebel es un hábil comunicador. Tiene experiencia, picardía “criolla”, como se diría en su país natal, y sabe cómo llamar la atención. En sus redes sociales, cuyos seguidores superan en número ampliamente a cualquier político, Dante suele generar diálogos, discrepancias y dudas acerca de sus formas comunicativas. El hombre es, para muchos, un showman. Para otros, un pastor dedicado. Para otros, un imán de multitudes. Las mismas que la política está perdiendo en Argentina.
La gente de la calle no reconoce a Gebel en su totalidad, aunque tampoco conocían al presidente Javier Milei hace apenas cinco o seis años.
Desde el mundo del sindicalismo proviene la propuesta para “Gebel presidente 2027”. El promotor es Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes y secretario gremial de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), cristiano según dice su presentación en redes sociales.
Brey, tiene su militancia política en el justicialismo. Históricamente el Partido Justicialista (PJ) deviene luego en el peronismo y más tarde -en muchas de sus expresiones- en el kirchnerismo.
Desde hace décadas el sindicalismo argentino viene perdiendo espacio. Más aún desde el inicio de la presidencia de Milei, quien cortó el flujo de caja que sostenía a espacios afines a los gobiernos que lo precedieron. Según analistas muchos de esos recursos se utilizaban para que gente afiliada a los partidos políticos, a los sindicatos y quienes recibían dádivas del Estado acudieran a marchas de protesta.
Las disputas internas del PJ y la pérdida de los ideales que marcaron a los militantes de los años 70, sumadas a los casos de corrupción que avanzan en tribunales y a la desilución social con la política tradicional, alimentan el desgaste del sistema. En ese escenario cobran fuerza teorías que aseguran que después de Milei surgirá otro “outsider”, lo que abre expectativas en torno a un posible candidato evangélico como Gebel.
Todo esto hace que muchos alberguen la esperanza de un presidente que no venga de la política, que sea cristiano y que unifique. Sin embargo, en una reciente entrevista que la periodista Romina Manguel le hiciera al pastor Osvaldo Carnival, fundador de la Iglesia Catedral de la Fe y la Universidad Evangélica en Argentina, éste aseguró que en Argentina no habría una bancada evangélica donde “se abroquelen [aglutinen] todos los cristianos evangélicos” en el país “como sucede en Brasil”. Una postura que comparten muchos sectores evangélicos argentinos.

Diario Cristiano buscó entrevistar a Dante Gebel. Desde su entorno nos informaron que no está dando entrevistas sobre este tema. Martín Flores, productor de Dante, nos afirmó que “hasta ahora es lo que lees” en los medios de comunicación. “Juan Pablo [Brey] está queriendo armar un equipo político, pero nada más que eso. Nada salió de la boca de Dante”.
“Me llamaron de [los medios] Infobae, Clarín y La Nación - para nombrarte los más conocidos - para hacerle una nota y a todos les decimos que no”, dijo Flores. Y afirmó: “de verdad, no está nada decidido”.
Desde este medio buscábamos el diálogo abierto y constructivo pero la negativa generalizada a todos los medios, no sólo a este, hizo que buscáramos opiniones de referentes y líderes acerca de una eventual postulación de Gebel a la presidencia de la Nación.
Reacciones a una posible candidatura
Seguimos en la práctica de consultar a otras fuentes, otros actores de la vida pública de la Iglesia Evangélica en Argentina y algunas de las opiniones fueron, en su mayoría, negativas. Con frases como “no es el tiempo”, “no vive ni conoce la situación del país”, “no considero que debamos tener un presidente evangélico”, muchos se excusaron.
Otros aludieron a que no hablarían de “candidatos que no están confirmados” y otros solo dijeron que se abstendrán de dar una opinión.
Entre los que sí dijeron lo que piensan está el pastor Walter Serantes, presidente de la Unión de las Asambleas de Dios (UAD), quien remarcó que, en su apreciación personal, le parece que se trata de “un ambiente en el cual Jesús no se quiso meter. Ninguno de los apóstoles se quiso meter. Dentro del reino de los cielos, los verdaderos hombres y mujeres usados por Dios no se metieron”. Además aseguró que aquellos que se involucraron en política “terminaron mal, ensuciados, de mal nombre, presos, asesinados. Es muy sucio ese ambiente”.
Serantes recordó que “Jesús dijo: ‘mi reino no es de este mundo’ y creo que eso bastó para decirme: no, no es hacia dónde vamos”. También reflexiona que, si Gebel acepta la propuesta de Brey, “está errando el norte” y remarcó: “es mi apreciación”. Otro punto en el que argumentó fue en señalar que “históricamente no funcionó”. Además sostuvo que “el mundo no cambió por un PresiDante [así se denomina la gira internacional de Dante Gebel que culmina en 2026], sino que cambió por una iglesia imparable que transformaba, que trastorna corazones, familias. Creo que eso es lo que sucedió con la iglesia de Cristo. Ella fue la que cambió el mundo. No un PresiDante más”.
Aquellos que se involucraron en política “terminaron mal, ensuciados, de mal nombre, presos, asesinados. Es muy sucio ese ambiente”. -Walter Serantes
Daniel Rojas, pastor del Tabernáculo de la Fe y comunicador, fue contundente: “no le veo el perfil a Dante para ese rol”. Previamente había señalado que cree “en la importancia de la participación de cristianos en la política”, pero que no se puede “confundir carisma con capacidad de gestión”.
“Entiendo que ningún espacio es 100% puro, pero el justicialismo se ha encargado de ir en contra de todos los valores cristianos”, aseveró Rojas.
En pocas palabras, Rojas señaló que “no me representa” y “no creo que le daría apoyo estructural”. Pero aclaró que “esto no pone en tela de juicio a su persona como tal. Solo opino de su posible candidatura”.
Diario Cristiano también consultó al pastor Gerardo Oberman, ex presidente de la Iglesia Reformada en Argentina y referente de la familia reformada global, quien consideró que “toda persona tiene el legítimo derecho de postularse para funciones de servicio a través de la política. Entiendo así la política, como un ámbito de servicio al pueblo, con especial énfasis en las personas menos privilegiadas”.
Oberman, quien además es un activista de los derechos humanos, indicó lo que la mayoría concluye, que es creer “en la separación clara de la iglesia del Estado”. En ese sentido dijo que “si su campaña la hiciera sobre el argumento de su ministerio pastoral, lo consideraría algo completamente inadecuado”.
Según expresa Oberman, “hay un movimiento fuertemente financiado y sostenido desde sectores empresariales y políticos en los Estados Unidos que buscan aumentar la influencia de las iglesias fundamentalistas en América Latina por medio de la participación en política de pastores ‘evangélicos’ (entrecomillo porque tengo serias dudas de su afinidad con el Evangelio de la plenitud de vida predicado por el Jesús de los Evangelios —aclara). Vemos eso en varios países en nuestro continente y específicamente en nuestro país. Estos líderes religiosos del post pentecostalismo se transforman en el sustento teológico que las nuevas derechas y ultraderechas necesitan para legitimar sus políticas de ajuste, persecución de las minorías, supremacía étnica y económica, y desplazamiento forzado de migrantes”.
“Si su campaña la hiciera sobre el argumento de su ministerio pastoral, lo consideraría algo completamente inadecuado”. -Gerardo Oberman
Sin embargo, en la mirada de Oberman, “Dante Gebel, si bien su discurso público pareciera más cercano a la realidad de las personas, sin tanta alusión a políticas concretas, no deja de ser un exponente de este modelo de teologías que abrazan al poder y que buscan conquistar esa esfera de la vida pública. Que debería ser de servicio, para ponerse a las órdenes de los intereses de los sectores que, desde hace tiempo, dominan la escena global con sus políticas exclusivas y excluyentes”.
Esto en el marco de una explicación que manifestó de la siguiente manera: “Con discursos muy preparados que buscan colonizar la subjetividad de las personas, instalan conceptos que captan la atención de la población, pero vaciándolos de su contenido esencial. Sucede en Argentina con el concepto de ‘libertad’, sucede en El Salvador con el concepto de ‘seguridad’, sucede en los Estados Unidos con el ‘MAGA’ [Make America Great Again, eslogan que usó Donald Trump en su campaña a la presidencia del 2024]”.
En este sentido, la periodista Claudia Florentín, teóloga y pastora, expresó su preocupación por la utilización de figuras como la de Dante Gebel en la arena política. “A mí lo que me preocupa en esto es que esta gente que lo quiere llevar está armando su propio negocio. Ellos quieren, en realidad, tener un presidente que responda a sus intereses”.
Además señaló que “lo que he visto, lastimosamente para nuestra fe, caminando en Latinoamérica es que en los países donde mayor mundo evangélico hay, es donde hay más violencia, donde hay más violaciones, donde hay más corrupción”.
Entiendo que no ha confirmado su postulación a la presidencia. Si lo hace de la mano del sindicalismo peronista, anticipó un resultado marginal electoralmente. Tenemos Milei en 2027 por cuatro años más. -Gabriel Ballerini
En la otra vereda, ideológicamente hablando, se encuentra Gabriel Ballerini, profesor de teología, pastor bautista y uno de los referentes conservadores argentinos más destacados en la defensa de la vida y los valores cristianos. Reconocido por el mismo presidente Javier Milei como “uno de los gladiadores de la batalla cultural” de este tiempo.
Ballerini coincide en lo sugerente de la propuesta, y quizás va más allá, porque habla en el supuesto de que Gebel acepte postularse: “Resulta llamativo —dice— que alguien que emigró y dejó la Argentina hace casi 20 años para residir en el exterior tenga esas aspiraciones presidenciales. Sin embargo, conforme lo establece la Constitución Nacional tiene el derecho, como todo ciudadano nativo, de candidatearse”.
Ballerini posiciona a Gebel del otro lado de la derecha, el de la izquierda o centroizquierda, más cerca del progresismo que del virtuoso liberalismo. “Sus manifestaciones públicas no han sido explícitas para conocer su ideología económica o su pertenencia partidaria dentro del abanico político argentino. Sin embargo, se puede inferir una cierta condescendencia y simpatía histórica con el peronismo. De hecho, un dirigente sindical peronista de la CGT [Confederación General del Trabajo], Juan Pablo Brey, es quien lo está promoviendo como candidato presidencial para 2027. El mismo sindicalista viene expresando públicamente que Gebel ‘hace peronismo sin decirlo’”, aseguró.
En su análisis, Ballerini indicó que “en términos políticos se ha mostrado pragmático hasta ahora, evitando un alineamiento partidario [hablando de Gebel]. Pero sus reiteradas críticas al gobierno de Milei lo definen de alguna manera por fuera del rumbo político que la mayoría de los argentinos ha votado en los últimos años. Entiendo que no ha confirmado su postulación a la presidencia. Si lo hace de la mano del sindicalismo peronista, anticipó un resultado marginal electoralmente. Tenemos Milei en 2027 por cuatro años más”, concluyó.
Daniel Di Paolo, dirigente político y presidente del partido Más Valores, de manera personal señaló que le “parece bien que cualquier cristiano que sienta que Dios lo está llamando para servir a su patria a través de la función pública lo haga de acuerdo a sus convicciones”. Pero aclaró que “no se puede dar una opinión definitiva sobre supuestos”. Es que todavía no se escuchó a Gebel confirmar que esté dispuesto a presentarse como candidato a presidente. “Solo he escuchado a algunos sectores del peronismo y del sindicalismo mencionar que están intentando convencerlo y que él estaría pensándolo”.
También dijo que “más allá de que tengo una alta valoración de su ministerio como líder evangélico” y lo considera “un comunicador excepcional”, le resulta “sorprendente que con tan poca anticipación se decida a ser candidato”. Además sostuvo que desconoce las ideas políticas de Gebel. Tampoco sabe “con quiénes está dispuesto a unirse para armar sus equipos” de manera fehaciente.
En ese sentido consideró que “teniendo en cuenta el gran esfuerzo que los argentinos estamos haciendo para superar las consecuencias nefastas que años de populismo, corrupción y posturas contrarias a los valores cristianos en temas fundamentales nos han dejado, no creo que sea una opción unirse en un proyecto político con los mismos que nos han llevado al borde del abismo económico, social y educativo. Por lo que espero que en el 2027 se ratifique el rumbo que hemos emprendido y no volvamos atrás”, puntualizó.
Veo con muy buenos ojos la llegada de Dante. -Pablo Repetto
Quien observa con expectativa este nuevo escenario es Pablo Repetto, pastor bautista y director de Culto del municipio de Almirante Brown. Repetto fue concejal por Unión por la Patria, fuerza fundada por Cristina Fernández de Kirchner y con la que también se identifica Brey. Desde allí sitúa una de las transformaciones internas del universo político argentino.
“Yo provengo de un espacio de la política tradicional, el peronismo. Es una mirada muy diferente a lo que pasa ahora. Si hace cinco años pensábamos que Javier Milei podía ser presidente, decíamos que eso solo ocurriría en Narnia o en un universo paralelo. Siempre imaginábamos candidatos tradicionales, con experiencia y trayectoria, surgidos del ámbito político”, señaló para contextualizar. En ese marco afirmó que “frente a este escenario, veo con muy buenos ojos la llegada de Dante. No lo conozco personalmente”.
Tras repasar la carrera ministerial y empresarial de Gebel, Repetto advirtió que “Dante tiene que saber que no puede cometer los errores de este gobierno, que se cerró herméticamente. Tiene que estar abierto a escuchar, a trabajar y a formar un equipo. Tiene la capacidad para hacerlo y los recursos para hacer campaña recorriendo el país sin denuncias de corrupción ni señalamientos sobre financiamiento del narcotráfico. Es una persona que lo que tiene lo hizo, que lo ganó con el sudor de su frente, bien ganado está. Y que quiere aportar al país, hacer campaña, recorrer, visitar, estar al lado de la gente y escucharla. Me parece que él se fue preparando de alguna manera, no sé si explícita o implícitamente”.
Aun así, fue claro sobre los límites de las expectativas. “No tenemos que creer que, porque es Dante, el voto evangélico va a ir direccionado ahí. Eso es una locura. Y tampoco que solo con el voto evangélico ganaría”, dijo.
Para Repetto, el desafío central pasa por demostrar capacidad para comunicar, trabajar y formar equipos. “Sobre todo, tiene la dirección de Dios. En la búsqueda de personas para un equipo político, social, económico, empresarial, profesional y académico, tiene que armar una mesa de trabajo, y calculo que lo está haciendo con gente pensante, con ganas de trabajar, con gente honesta. Para ser presidente necesitas más de 2000 personas alrededor, de confianza y de trabajo, y no es fácil, menos en nuestro país. Siempre hay miradas diferentes y también gente chueca… Si se arma un buen equipo y una base sólida, puede lograrlo y llevar adelante esto”.
“Sería increíble que, como en otros países, seguramente muy pronto tengamos un presidente cristiano evangélico”
Sobre la preparación y los tiempos, fue Luciano Bongarrá, presidente de Parlamento y Fe Internacional, quien hablando de manera personal como ciudadano argentino, indicó que “sería una extraordinaria oportunidad para el 2031. Porque yo creo que lo que él necesita es una preparación muy intensa... Si bien conoce la realidad argentina, [necesitaría] conocer ciertos pormenores de la política. Que no es lo que se ve y no es lo que sale en los diarios ni en la televisión".
Bongarrá expresó su deseo al manifestar que “sería increíble que, como en otros países, seguramente muy pronto tengamos un presidente cristiano evangélico” y volvió a insistir en que “trabajaría con su gente preparándolo, especialmente para el 2031”.
Llamó la atención la cantidad de personas que se negaron a responder por diversos motivos. Algunos quieren cuidar la relación personal. Otros porque creen que no es algo serio o es un juego político al que no quieren ponerle el cuerpo. Unos menos prefirieron no hablar por su lugar de persona pública. Otros directamente no respondieron pese a ser muy ávidos a la hora de ser consultados en otras ocasiones y por otros temas. La ausencia de opiniones públicas ante la llamativa propuesta y el silencio del potencial candidato sugieren que la política podría buscar un outsider, pero el mundo evangélico argentino no tiene hoy consenso interno para respaldarlo.





