
La Confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL) expresó su rechazo a la realización de la Conferencia Internacional sobre Planificación Familiar (CIPF), evento desarrollado en Bogotá entre el 1 y el 6 de noviembre.
La entidad, que agrupa a miles de iglesias cristianas en todo el país, consideró que la conferencia promueve políticas contrarias a la defensa de la vida y los valores familiares. En ese sentido organizaciones provida colombianas denunciaron que el evento constituye una “cumbre global abortista disfrazada de derecho y salud sexual”, y se dirigieron al presidente Gustavo Petro para que no permita su realización.
En un comunicado firmado por su presidente, Lyda Elena Arias de García, CEDECOL señaló que, aunque el encuentro se presenta como un foro científico sobre planificación familiar, “opera una red internacional denominada Family Planning 2030 (FP2030), la cual incluye el aborto dentro de su modelo de ‘salud reproductiva’, equiparándolo a la anticoncepción y promoviendo su legalización en los países participantes”.
La organización reafirmó su compromiso con la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y rechazó “toda práctica, política o ideología que atente contra la vida de los más vulnerables”. Además, hizo un llamado a las autoridades nacionales y a los líderes de fe “para que no se utilicen recursos públicos ni espacios institucionales en la promoción de una agenda que destruye a las familias y a las futuras generaciones”.

“Antes que te formara en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué” (Jeremías 1:5), cita el comunicado.
“Colombia es ProVida. La Iglesia defiende la vida”, concluye el texto difundido por CEDECOL.
Según el medio La Abeja, la mencionada conferencia ha generado un amplio rechazo entre sectores cristianos y provida en Colombia, que denuncian la promoción del aborto como parte de una agenda global impulsada por organismos internacionales. Según dicho medio, los críticos advierten que el evento —patrocinado por agencias vinculadas a la ONU y fundaciones privadas— busca expandir políticas de “salud sexual y reproductiva” que incluyen la interrupción del embarazo.
CEDECOL, por su parte, llamó a las iglesias del país a mantenerse firmes “en oración y discernimiento espiritual frente a los desafíos que enfrenta nuestra nación”.





