Refugiado iraní planta la primera iglesia de lengua persa en Brasil y se convierte en pastor bautista

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Adel Khosravi durante su consagración e instalación pastoral. Foto de Instagram/JMM

En medio de un contexto global marcado por la persecución religiosa, especialmente en países como Irán, una historia de fe y superación cobró relevancia internacional. Adel Khosravi, un refugiado iraní, fue recientemente consagrado como el primer pastor bautista iraní en Brasil, según infomó el portal Missoes Urgentes. Su historia, respaldada por más de 12 años de labor misionera entre los persas, marca un hito para la comunidad cristiana de habla persa en América Latina.

Según la organización Puertas Abiertas, Irán ocupa el noveno lugar en la Lista Mundial de la Persecución 2025. A pesar de ese panorama hostil para el cristianismo, muchos iraníes, como Adel, persistieron en su fe, incluso en contextos de riesgo. Ahora, desde Brasil, Adel lidera el establecimiento de la primera iglesia de lengua persa en el país, llamada Iranian Church, con sede en el centro de São Paulo.

La nueva congregación cuenta con el respaldo de la Primeira Igreja Batista de São Paulo y busca ser un punto de encuentro para la diáspora persa en Brasil, además de un espacio de discipulado y testimonio cristiano. “Un testimonio de fe y misión que está alcanzando a Brasil y al mundo”, destaca la Junta de Misiones Mundiales (JMM), entidad vinculada a la Convención Bautista Brasileira que acompaña y respalda la labor de Adel.

Antes de llegar a Brasil, Khosravi residió en Turquía, donde fundó tres iglesias y discipuló a varios líderes cristianos. Su visión estratégica lo llevó a desarrollar también un ministerio digital que aún opera dentro de Irán, dirigiendo actualmente siete grupos de discipulado a distancia.

En noviembre de 2024, fue incorporado oficialmente al equipo misionero de la Junta de Misiones Mundiales, desde donde comenzó a actuar específicamente entre la diáspora persa radicada en São Paulo. Esta labor misionera no solo representa una oportunidad para el crecimiento espiritual de los refugiados, sino también un puente cultural entre Oriente Medio y América del Sur.

Adel es miembro de la Primera Iglesia Bautista de Alcantara, en São Gonçalo, estado de Río de Janeiro. Fue allí donde recibió su ordenación oficial al ministerio pastoral, un acto que reconoció su vocación y servicio. Desde entonces, su vida ha sido una expresión viva del compromiso con la obra misionera.

“Alabamos al Señor por su participación en la obra misionera mundial. Así como la vida de Adel, muchas personas y familias han sido transformadas y alcanzadas por el Amor del Padre”, afirmó la JMM.

El caso de Adel demuestra cómo la fe puede abrir caminos incluso en contextos de adversidad extrema. Su trabajo pastoral y misionero se ha convertido en una fuente de esperanza para muchos exiliados, y también en un recordatorio del poder del testimonio cristiano cuando se combina con visión, preparación y entrega.

El ejemplo de Khosravi está resonando más allá de las fronteras de Brasil e Irán. Su historia de conversión, persecución, huida y misión es un símbolo de cómo la fe puede florecer incluso en los terrenos más áridos. La plantación de la Iglesia iraní (Iranian Church) no solo es un hecho inédito en Brasil, sino también una señal del impacto global que puede tener el compromiso de un solo creyente.

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