
Decenas de miles de civiles congoleños han cruzado a Burundi en las últimas semanas, huyendo de una violenta ofensiva de los rebeldes del M23 en el este de la República Democrática del Congo (RDC), la cual ha desbordado a las comunidades fronterizas y ha llevado a las iglesias a solicitar apoyo internacional urgente.
Según ACNUR, más de 88.000 personas han cruzado desde el este de la RDC hacia Burundi desde el 5 de diciembre, en medio de la ofensiva en curso del M23 en la provincia de Kivu del Sur. Campamentos superpoblados, largas filas para obtener comida y agua, y brotes de enfermedades son algunos de los desafíos más urgentes que enfrentan tanto los refugiados como las comunidades de acogida, informó la agencia.
La crisis se intensificó después de que el M23 tomara la estratégica ciudad portuaria de Uvira el 10 de diciembre, una acción que Estados Unidos describió como una violación de los Acuerdos de Washington firmados pocos días antes por el presidente Trump y líderes regionales, según el Departamento de Estado de EE. UU.
El liderazgo de la Alianza de Evangélicos en Burundi describió la situación actual como algo más que una emergencia humanitaria. Edmund Gakiza, secretario general de la Alianza, dijo a Christian Daily International que la afluencia representa una crisis "moral y espiritual" que requiere una respuesta fundamentada en la teología del "único cuerpo" de Cristo. "Esta ya no es una situación que el estado o las agencias humanitarias puedan manejar solos", dijo. "Las iglesias se han convertido en el primer punto de contacto para muchas familias que llegan sin nada más que miedo y agotamiento".
Los combates han continuado a pesar de los intensos esfuerzos diplomáticos. A principios de diciembre, los líderes regionales se reunieron en Estados Unidos para firmar los Acuerdos de Washington, un acuerdo de paz mediado por EE. UU. destinado a reducir las tensiones entre el presidente congoleño Félix Tshisekedi y el presidente ruandés Paul Kagame. La implementación flaqueó casi inmediatamente después de la toma de Uvira por el M23.
El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, criticó públicamente las acciones que, según dijo, socavan el acuerdo, señalando una creciente frustración en Washington. En una publicación en la plataforma de redes sociales X, Rubio escribió: "Las acciones de Ruanda en el este de la RDC son una clara violación de los Acuerdos de Washington firmados por el presidente Trump, y Estados Unidos tomará medidas para garantizar que se cumplan las promesas hechas al Presidente".
Gakiza señaló que las iglesias están luchando para satisfacer las crecientes necesidades a medida que persisten la violencia y el desplazamiento. "Entendemos esta crisis como la consecuencia visible de la violencia prolongada, la inseguridad y la gobernanza rota", afirmó. "Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a las familias que llegan sin nada. Las congregaciones locales están proporcionando comidas, mantas y atención médica básica, pero las necesidades son mucho mayores de lo que podemos cubrir".
Destacó el empeoramiento de las condiciones en los sitios de tránsito y recepción como Ndava y Musenyi, señalando el aumento de casos de malaria, cólera y sarampión. "Los niños son especialmente vulnerables y las familias llegan en estado de shock y trauma", agregó Gakiza. Citando evaluaciones de campo, dijo que aproximadamente el 83% de los refugiados —la gran mayoría mujeres y niños— sufren de angustia emocional severa.
La respuesta alcanzó una etapa crítica el 18 de diciembre de 2025, cuando el Ministro del Interior de Burundi, Leonidas Ndaruzaniye, lanzó un plan integral de respuesta de emergencia. Se emitió un llamamiento urgente interinstitucional para recaudar 33,2 millones de dólares con el fin de apoyar a 90.000 recién llegados durante un período de cuatro meses. Al mismo tiempo, el ministerio ordenó a los refugiados que vivían en viviendas privadas que regresaran a los sitios de tránsito monitoreados por el gobierno para abordar las preocupaciones de seguridad y un empeoramiento del brote de cólera en el campo de tránsito de Gatumba.
Las organizaciones médicas informan sobre el deterioro de las condiciones en las áreas de recepción. Médicos Sin Fronteras informó el 23 de diciembre que el sitio de Ndava alberga a familias en tiendas empapadas de lodo, con un 42% de las pruebas de malaria resultando positivas.
"Llamamos a la iglesia global a la oración, la solidaridad y el apoyo práctico para estas víctimas", apeló Gakiza.





