En Nicaragua, donde la represión contra líderes religiosos ha escalado en los últimos años, pastores evangélicos han encontrado en el "ayuno silencioso" una forma de resistencia pacífica. Este movimiento consiste en jornadas de oración y ayuno realizadas desde sus hogares, evitando así la atención de las autoridades mientras buscan fortaleza espiritual.
Según informes de organizaciones de derechos humanos, muchos pastores están bajo vigilancia constante, obligados a informar a la policía sobre sus actividades y, en algunos casos, a presentar borradores de sus sermones para su aprobación. Ante este panorama, el ayuno y la oración se han convertido en herramientas esenciales para mantener la fe y la esperanza.
Un pastor evangélico, que prefirió mantener el anonimato por seguridad, compartió: "El ayuno y la oración son nuestras armas espirituales. En medio de la opresión, encontramos en Dios la fuerza para seguir adelante."
Este movimiento no solo busca la fortaleza individual, sino también la unidad del cuerpo de Cristo en Nicaragua. A través de redes sociales y grupos de mensajería, los pastores coordinan horarios y temas de oración, creando una red de apoyo mutuo y solidaridad.
A pesar de las restricciones, algunos líderes han logrado compartir mensajes de esperanza en espacios públicos. Un ejemplo es el de un pastor que, durante un viaje en autobús en Managua, predicó sobre la importancia del ayuno y la oración, destacando que estas prácticas ayudarán a vencer las fuerzas malignas que oprimen al país.
"El ayuno y la oración son nuestras armas espirituales. En medio de la opresión, encontramos en Dios la fuerza para seguir adelante."
Organizaciones internacionales como Puertas Abiertas han expresado su preocupación por la situación en Nicaragua y han instado a la comunidad cristiana global a orar por los líderes religiosos perseguidos. Además, brindan apoyo a través de literatura cristiana, capacitación para el discipulado y ayuda de emergencia.
El "ayuno silencioso" se ha convertido en un símbolo de la resiliencia y la fe inquebrantable de los pastores evangélicos nicaragüenses. En medio de la adversidad, encuentran en la oración y el ayuno no solo consuelo, sino también una poderosa forma de resistencia espiritual.
