
Cinco pastores evangélicos nicaragüenses, miembros de la misión "Puerta de la Montaña", denunciaron la persecución y represión ejercida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tras ser liberados y desterrados a Estados Unidos. Así se muestra en un video divulgado por el portal de noticias nicaragüense 100% Noticias. Los líderes religiosos, que fueron acusados de lavado de dinero, aseguraron que su encarcelamiento fue un acto de represión en contra de la iglesia evangélica en Nicaragua.
José Luis Orozco Urrutia, Juan Carlos Chavarría Zapata, Álvaro Daniel Escobar Cabrera, Harry Lening Ríos Bravo y Marcos Hernández Jirón formaron parte de un grupo de 11 pastores encarcelados. Fueron condenados a doce años de prisión, permanecieron encarcelados durante nueve meses en condiciones inhumanas.
"Nos acusaron de un crimen que nunca cometimos. Fue un proceso totalmente injusto", declaró uno de los religiosos tras su llegada a suelo estadounidense. Gracias a gestiones diplomáticas, fueron liberados y enviados al exilio, sin posibilidad de regresar a su país.
Orozco Urrutia relató que el 5 de septiembre de 2024 fue informado por un funcionario estadounidense sobre su liberación: “Estamos acá producto de muchas personas que oraron por nosotros”. Recordó que algunos policías se burlaban de ellos diciendo: “Están locos, aquí van a pasar doce años, de aquí no van a salir”. Sin embargo, Orozco Urrutia afirmó: “Me negué a escuchar la voz del diablo porque estaba convencido de que Dios escucharía nuestras oraciones”.
Durante su reclusión, los pastores denunciaron haber sido víctimas de tratos crueles y vejaciones. Fueron privados de su libertad, pero ellos no claudicaron en su fe. “En la cárcel seguimos orando y confiando en que Dios nos sacaría de ahí", expresó Orozco Urrutia. En su relato, los pastores contaron que en varias ocasiones se les impidió leer la Biblia y realizar reuniones de oración. Más ellos perseveraron.
Según el relato del pastor Álvaro Escobar, los pastores en cautiverio se plantearon “¿qué sucedió? Venimos de una gran victoria. Acabamos de tener la mayor cruzada en la historia de Nicaragua con más de 250 mil personas reunidas. Y de pronto estamos siendo llevados a la cárcel… nos llevan como a los peores criminales. Pude ver a hombres de Dios llorar, junto conmigo. Llorábamos hasta que no teníamos fuerzas”, contó.
“Algo que yo pude aprender es que en los momentos difíciles el único que te puede dar las fuerzas es el Dios del Cielo”, dijo Álvaro Escobar. Y repitió con énfasis: “Aún en aquello que se ve imposible, que no tiene solución, el único que te puede dar las fuerzas es Dios”.
“Estamos acá [ya fuera de Nicaragua y con vida] producto de muchas personas que oraron por nosotros”, señaló Orozco Urrutia. Su testimonio refleja la resiliencia y convicción de quienes, a pesar de la adversidad, continúan firmes en su misión espiritual.
La iglesia evangélica en Nicaragua es blanco de constantes ataques por parte del gobierno sandinista. El fuerte aumento de los ataques contra los cristianos en Nicaragua en los últimos dos años incluyó el aumento de ataques contra las iglesias evangélicas, según un informe de un grupo europeo de defensa dedicado a los derechos humanos.
Uno de los pastores de apellidos Chavarría Zapata, comparó a Ortega y Murillo con "una bacteria que solo puede verse con un microscopio", señalando que su poder es insignificante ante Dios. "Ellos creen que pueden controlar todo, pero al final la justicia divina prevalecerá", agregó.
La comunidad evangélica en Nicaragua enfrenta desde hace tiempo un aumento en la represión, sobretodo en los últimos años. Iglesias han sido cerradas, pastores detenidos, ministerios clausurados, bienes expropiados y algunos han tenido que huir del país por temor a represalias mayores. "Es doloroso ver cómo nuestra nación se ha convertido en un lugar donde predicar la palabra de Dios es un delito", lamentó Marcos Hernandez Jirón.
Organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado la persecución religiosa en Nicaragua e instado al régimen de Ortega a cesar los ataques contra la Iglesia. "La libertad religiosa es un derecho fundamental y no puede ser vulnerado por ningún gobierno", expresó el portavoz de una ONG que sigue de cerca la situación en el país centroamericano.
Los pastores desterrados solicitaron a la comunidad internacional no olvidar a Nicaragua y continuar denunciando los abusos del gobierno sandinista. "Nuestro deseo es volver a nuestra tierra y seguir predicando el Evangelio. Sabemos que Dios tiene el control y que un día la verdad se impondrá", concluyeron.
Vea aquí los testimonios: