
Estados Unidos lanzó una advertencia firme a la Organización de Estados Americanos (OEA): si el organismo no asume un compromiso político efectivo para contribuir a la restauración democrática en Venezuela, se retirará de la organización. Así lo informaron altos funcionarios del Departamento de Estado del país norteamericano durante una reunión realizada este viernes en la sede de la OEA en Washington, según publicó el portal Infobae.
La administración de Donald Trump condicionó su permanencia en la organización hemisférica a una acción decidida contra el gobierno de Nicolás Maduro. “Estados Unidos no continuará financiando ni respaldando a una institución que permanece pasiva ante las violaciones a los derechos humanos y la manipulación electoral en Venezuela”, señalaron fuentes diplomáticas citadas por el antes mencionado medio.
Actualmente, Estados Unidos aporta cerca del 50 % del presupuesto anual de la OEA. La eventual salida de Washington significaría un fuerte golpe económico y político para el organismo, cuya credibilidad ya enfrenta cuestionamientos por su falta de respuestas contundentes ante crisis regionales.
Presión sobre el secretario general Ramdin
La advertencia estadounidense se produce pocos meses después de la llegada de Albert Ramdin a la secretaría general del organismo, tras la salida de Luis Almagro. Desde su asunción, Ramdin ha optado por un enfoque de diálogo y moderación, una estrategia que ha sido cuestionada por sectores que reclaman mayor firmeza frente a regímenes autoritarios.
Esta semana también ha surgido la polémica en el seno de la Asamblea General de la OEA que se realiza en Antigua y Barbuda, ante reclamos de organizaciones como la ONG CitizenGO que denuncian haber sido censuradas.
El gobierno de Trump exige que la OEA desconozca los resultados de las últimas elecciones presidenciales venezolanas —que la oposición calificó de fraudulentas— y reconozca la legitimidad de las denuncias realizadas por sectores democráticos.
División en el seno de la OEA
La postura de Estados Unidos ha generado divisiones dentro del organismo regional. Mientras algunos países respaldan la exigencia de mayores sanciones y medidas diplomáticas contra el régimen de Maduro, otras naciones del Caribe y América Latina defienden una política de no intervención y diálogo.
La administración estadounidense adelantó que la decisión sobre su permanencia en la OEA se tomará en la próxima Asamblea General del organismo. De no observar avances concretos en la defensa de la democracia en Venezuela, concretará su salida.