Gracias a la labor de la ONG World Vision (Visión Mundial), que trabaja por el bienestar de la niñez, familias de bajos recursos en Bolivia están recibiendo capacitación, materia prima y acompañamiento de técnicos agropecuarios. Este proyecto les permite no solo mejorar su nutrición, sino también establecer modos de vida sustentables, fortaleciendo sus sistemas productivos y generando un impacto positivo en su salud y economía.
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En conversación con Diario Cristiano, Franz Jacinto Yucra, responsable del programa "Medios de Vida - Huertos Urbanos" de World Vision Bolivia, explicó los detalles sobre la implementación del proyecto, el proceso de selección de familias beneficiarias y cómo este programa está transformando tanto la nutrición como la economía familiar.
"Yo ingresé en la pasada gestión a World Vision, Bolivia. Es decir que, hace aproximadamente año y medio que estoy. Y el programa de Medios de Vida tiene, pues, tres años", comentó Yucra. Con pasión y dedicación, explicó que World Vision es una organización cristiana que opera basándose en principios y valores bíblicos, en coordinación con iglesias, municipios y comunidades. "Nos enfocamos en los más vulnerables", afirmó, señalando que su misión está profundamente alineada con su llamado espiritual.
“En Medios de Vida, trabajamos o tratamos en lo posible de realizar actividades con las familias de los niños que son patrocinados. Es un poco complicado llegar a todas las familias, porque tenemos una cantidad grande de comunidades y, por ende, una cantidad grande de familias”, explicó Yucra.
El Programa en Acción
Según World Vision, hay alrededor de 80.000 niños registrados en Bolivia, lo que representa una vasta cantidad de familias que podrían beneficiarse del programa.
“Nosotros les damos asesoría técnica para que ellos puedan brindar un riego eficiente. Recuperando incluso algunos materiales de reciclaje, por ejemplo, las botellas PET se utilizan para que se haga un riego que se autosustente… queremos un manejo técnico, pero también que sea amigable al medio ambiente, reciclando” explicó Yucra. Este enfoque no solo mejora la producción agrícola, sino que también promueve la sostenibilidad ambiental.
El programa opera bajo un acuerdo en el que las familias proporcionan mano de obra, terrenos y agua, un recurso esencial para la producción de hortalizas. World Vision, por su parte, ofrece un apoyo económico de hasta 2.000 bolivianos (aproximadamente 290 dólares) en insumos y asistencia técnica, incluyendo la capacitación y seguimiento por parte de consultores.
Cambio de Vida y Sustentabilidad
Yucra compartió el caso de una familia en Santa Cruz que abandonó la fabricación de ladrillos para dedicarse completamente a la producción de hortalizas. Compartió que al principio, la producción de huertos era vista como una tarea de las mujeres, pero cuando vieron los resultados comerciales, los hombres de la familia también se involucraron. Este cambio no solo ha mejorado la economía de la familia, sino que también ha promovido prácticas agrícolas sostenibles.
“Han dejado ya de extraer la materia prima que es la arcilla para la elaboración de ladrillos, pero ha sido progresivo. Es más aceptable dentro de la familia el tema de la producción de huertos familiares, de hortalizas en huertos familiares, como una tarea de la mujer, de la mamá de la familia… al ver los resultados y el tema comercial bastante fuerte, el esposo, entonces le interesó bastante y se metió en temas de sistemas de riego, en el manejo general de la huerta… y progresivamente fue dejando el tema de la producción de ladrillo”.
El proyecto de huertos urbanos ha permitido que las familias produzcan alimentos ricos en nutrientes como espinacas y acelgas, que no formaban parte de su dieta habitual. En Bolivia una familia con una buena alimentación debería estar por lo menos alimentándose de 9 grupos alimentarios de los 12 grupos alimentarios generales, al menos 9 de los 12 grupos alimentarios para tener una alimentación bien nutritiva.
“Es un poco más desafiante en nuestro país, —subraya Franz— seguramente por el nivel de desnutrición que se encuentra por debajo de los estándares deseados. Entonces, las familias, de manera inicial, trabajan con nosotros y los agrónomos en la producción de hortalizas, primeramente, produciendo hortalizas de hoja verde, verde intenso, fuerte. Como, por ejemplo, es la espinaca y la acelga”.
Además de la producción agrícola, World Vision también capacita a las familias en educación alimentaria, enseñándoles a preparar alimentos nutritivos con los productos que cultivan, como tortillas de espinaca y papillas de zapallo para los más pequeños.
Impacto Ambiental y Social
Optando por la agroecología, las familias participantes no solo mejoran su nutrición, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Al evitar el uso de agroquímicos y promover la biodiversidad, estas prácticas regeneran los suelos y conservan los recursos hídricos, haciendo que las comunidades sean más resilientes frente a los desafíos del calentamiento global.
Este programa de huertos urbanos de World Vision Bolivia está demostrando ser un modelo de transformación social, económica y ambiental, con un impacto duradero en la vida de miles de familias vulnerables.