Mujeres cristianas lavan los pies de reclusas en Brasil y les comparten mensaje de amor y dignidad

lavan pies en la carcel
En una cárcel femenina del estado de Goiás, mujeres cristianas realizaron una jornada de fe y dignidad con reclusas: lavaron sus pies, compartieron la Santa Cena y anunciaron que una nueva historia es posible. La acción fue liderada por la pastora Shaila Manzoni y la ONG A.M.E. Foto: captura de Instagram

En una cárcel femenina del estado de Goiás, Brasil, un grupo de mujeres cristianas llevó a cabo una acción evangelística que conmovió tanto a las internas como a quienes participaron. Inspiradas en el ejemplo de Jesús, lavaron los pies de las reclusas, compartieron la Santa Cena y les ofrecieron un espacio donde, según sus propias palabras, “no solo comieron, sino que se sentaron a la mesa para pertenecer”.

La iniciativa fue encabezada por la pastora Shaila Manzoni, de la Iglesia IDE Brasília, quien desde hace años realiza este tipo de actividades en unidades penitenciarias a través de la organización que fundó: A.M.E. (Ame Mulheres Esquecidas, en español: Ame a las mujeres olvidadas), dedicada a acompañar a mujeres privadas de libertad.

“Jesús nos invita a vivir el Evangelio en gestos concretos”, explicó Manzoni. “El lavado de pies es un llamado. Jesús rompe con la lógica señor-esclavo e inaugura el nuevo orden circular del Reino, donde nadie es descartable”, explicó.

Durante la jornada, las mujeres oraron, cantaron, compartieron la Palabra de Dios y celebraron la Cena del Señor. En el lugar, algunas internas bailaron, lloraron y recibieron oración, mientras voluntarios alababan a Dios desde afuera de las rejas. Varias de ellas también fueron bautizadas como expresión pública de su fe.

Un sueño convertido en misión

La ONG A.M.E. nació en 2018 a partir de un sueño personal de la pastora Manzoni, en el que se vio cuidando a mujeres olvidadas en una cárcel. Dos años después, en 2020, se concretó la primera visita a un presidio, lo que marcó el inicio de diversos proyectos sociales orientados a la reinserción y la dignificación de mujeres en contextos de encierro.

Desde entonces, la organización desarrolla acciones de asistencia material y emocional, cursos de capacitación, asistencia jurídica y programas de acompañamiento espiritual. A lo largo de cinco años con A.M.E. lavaron más de 800 pies, bautizaron a 202 mujeres, también entregaron 2.160 kits de higiene y alimentos, y facilitaron 555 atenciones jurídicas. Además, vinculó a mujeres que no recibían visitas con “madrinas” que les escriben cartas y las acompañan afectivamente.

“El Amor no pregunta quién merece, sino quién necesita”, afirmó la pastora. “Ellas necesitan de nosotros”, definió.

Un modelo de reinserción real

La ONG también dio a conocer una estadística impactante: entre 850 mujeres que cumplieron su condena en la unidad de Luziânia entre 2020 y 2024, solo 3 reincidieron, lo que representa una tasa del 0,35%, muy por debajo del promedio nacional, que según la Secretaría Nacional de Políticas Penales (SENAPPEN) alcanza el 42%.

“El mundo mide por números, pero esto no es solo estadística: es el reflejo de un camino posible”, afirmó Manzoni. “Una sociedad segura no es la que encarcela más, sino la que reintegra, reconstruye y decide no desistir de sus personas”, concluyó.

Más reciente