Hélder Favarin, originario de Brasil, es director ejecutivo de Community Bible Study International, además de evangelista, misionero, autor y cofundador de la iglesia C29 Granada en España. El pasado jueves 29 de mayo, habló sobre el tema “Debemos prepararnos bien para predicar el Evangelio” durante el Congreso Europeo sobre Evangelización, organizado por la Asociación Evangelística Billy Graham en Berlín, Alemania.
Tras su intervención, Favarin concedió una entrevista exclusiva a Christian Daily International (versión en inglés de Diario Cristiano) donde destacó los desafíos espirituales que enfrenta España y reflexionó sobre los temas clave de su mensaje. Subrayó la importancia de que los evangélicos se preparen para evangelizar —como lo hizo el apóstol Pablo— mediante la rendición de la voluntad, la revisión del corazón y la formación de la mente, todo a través de una escucha atenta de la Palabra de Dios. Afirmó que esta preparación también debe incluir una profunda conciencia cultural, ya que las particularidades de cada pueblo influyen significativamente en cómo se comunica el Evangelio.
“Necesitamos más iglesias en España. Hay cientos de ciudades y pueblos sin iglesias protestantes o evangélicas”, resumió Favarin sobre los retos generalizados que enfrenta el testimonio cristiano en un país donde solo el 1,61 % de la población es evangélica, según el Joshua Project. Statista, por su parte, reportó 4.455 iglesias evangélicas en España en enero de 2025.
Favarin señala que en España hay un fuerte trasfondo católico, junto con lo que muchos describen como una etapa “post-secularización”.
“Tanto la secularización como la espiritualidad están creciendo, pero hay un gran desconocimiento del verdadero Evangelio”, comenta Favarin. “Y muchas personas tienen prejuicios.”
Estos prejuicios se deben al estereotipo persistente —especialmente en España— que retrata a las iglesias evangélicas como sectas, lo cual desalienta a quienes consideran comprometerse con Cristo y con una comunidad evangélica.
“La Reforma nunca llegó a España, ni al sur de Europa en general”, explica Favarin. “Eso representa un reto para la multiplicación de iglesias locales y también en aspectos sociales.”
Sin embargo, Favarin percibe un creciente interés por la espiritualidad en todo el país y cree que las iglesias evangélicas deben responder de manera diferente a como lo han hecho en el pasado. Enfatiza la necesidad de adoptar una nueva postura en la forma en que los evangélicos españoles interactúan con sus conciudadanos.
“Debemos aprovechar este momento único”, exhorta Favarin. “La secularización y la espiritualidad crecen a la vez. Así que, insisto: debemos movilizar a toda la iglesia.”
“Todos deben entender que son parte del equipo. No es solo tarea de los pastores o evangelistas. Es una labor de todos, cada día, donde estemos”, agrega, animando a los cristianos a conectar con los demás en bancos, universidades y otros espacios cotidianos.
Favarin también ve oportunidades de colaboración con la Iglesia Católica en áreas de interés común, aunque advierte que deben ser tratadas con cuidado debido a las complejidades históricas.
“Podemos trabajar juntos en muchos aspectos. Pero hay sensibilidad. El catolicismo se vive de forma distinta en España que en Europa del Norte. Aun así, valoro la cercanía y la posibilidad de trabajar unidos en el nombre de Jesús.”
Durante su ponencia en Berlín, Favarin analizó el ejemplo del apóstol Pablo como modelo para la evangelización en Europa, destacando su conocimiento cultural y su fidelidad a la Palabra guiada por el Espíritu Santo.
En Hechos 16, Pablo recibe la visión de un hombre macedonio pidiendo ayuda, lo que lo impulsa a predicar en Europa. Para Favarin, esto marca un punto clave en la historia bíblica: “No fue idea de Pablo predicar en Europa. Fue idea de Dios. Dios interrumpió sus planes.”
Favarin invitó a los delegados del congreso a reflexionar sobre lo que Dios puede estar sintiendo por las personas que queremos alcanzar, a rendirse a Cristo y a preguntarse: “¿Qué significa para nosotros rendirnos por completo a Cristo y decir lo que Él nos llama a decir, e ir donde Él nos llama a ir?”
Otro punto de su mensaje fue observar lo que Pablo sentía en su espíritu en Hechos 17 al ver la idolatría en Atenas. “La palabra usada para describir su reacción es la misma que la Septuaginta utiliza para expresar cómo se sentía Dios ante la idolatría de su pueblo.” Esto, dijo, revela cómo Pablo compartía el corazón de Dios ante el pecado.
“Vivimos en una sociedad idolátrica con nuevos dioses: estadios, plataformas digitales, centros comerciales. ¿Qué sentimos al ver eso?”, preguntó.
Favarin subrayó que los evangelistas deben “conocer bien la Palabra de Dios” y, al mismo tiempo, “conocer bien la cultura que quieren alcanzar.” Citó a John Stott y su concepto de “doble escucha”: atender a la Palabra y al mundo de Dios simultáneamente.
El apóstol Pablo, dijo, contextualizaba su mensaje. En Atenas citó poetas griegos; en otras ciudades hablaba de forma diferente. “Nuestra sociedad se parece más a la de Hechos 17, pero a menudo evangelizamos como si estuviéramos en Hechos 13.”
La contextualización, concluye, es esencial. Sugirió pasos prácticos para las iglesias locales: ser comunidades misioneras, predicar siempre a cristianos y no cristianos, aplicar una hermenéutica centrada en Cristo y usar la apologética en los mensajes dominicales.
“La evangelización siempre es el Evangelio, pero cómo lo hacemos debe adaptarse al contexto”, afirmó.
Favarin hizo un llamado a las iglesias a no parecer ajenas a los no creyentes. “Debemos construir puentes en nuestra comunicación, definir vocabulario bíblico y contextualizar nuestros mensajes.”
La oración, insistió, debe ser el punto de partida de toda preparación evangelística.
Al igual que Pablo en Atenas, concluyó, debemos escuchar a la cultura y empezar por donde están las personas, no por donde quisiéramos que estuvieran.
Artículo publicado originalmente en Christian Daily International, versión en inglés de Diario Cristiano Internacional.
