Crisis migratoria venezolana impulsó jornada de oración en favor de los migrantes

Migrantes venezolanos
Una niña de migrantes venezolanos mira sentada en un tronco junto a tiendas de campaña improvisadas en un campamento donde acampan migrantes sin trabajo ni hogar en Bogotá, Colombia. Foto de Guillermo Legaria/Getty Images

En medio de una de las crisis migratorias más profundas de América Latina, líderes evangélicos organizaron el pasado 18 de diciembre una Jornada de Oración en favor de los migrantes, con el objetivo de ofrecer acompañamiento espiritual y destacar la necesidad de solidaridad frente al desplazamiento de millones de venezolanos.

La actividad se realizó de forma virtual a través de la plataforma Zoom y fue impulsada por la Comisión de Asuntos Humanitarios y Diálogo Cooperativo de la Alianza Evangélica Latina (AEL), con el respaldo del Consejo Evangélico de Venezuela (CEV) y la organización Missio Dei.

El encuentro reunió a representantes de diversas iglesias y organizaciones cristianas de América Latina y Europa, incluidos participantes desde Argentina, Perú, España y el Reino Unido. Bajo la dirección del pastor José Piñero, coordinador de la comisión y director ejecutivo del CEV, los asistentes elevaron oraciones por quienes enfrentan dificultades durante sus trayectos migratorios.

“La jornada cumplió el objetivo de dar a conocer las acciones que las iglesias están desarrollando en favor de los migrantes”, informó la AEL en su boletín oficial, al resaltar la importancia de la cooperación internacional y el acompañamiento espiritual como pilares fundamentales en la atención a esta realidad.

AEL Migrantes
En medio del éxodo que atraviesa Venezuela, la Alianza Evangélica Latina realizó una jornada de oración virtual para visibilizar la situación de millones de migrantes y fortalecer el acompañamiento espiritual y humanitario desde las iglesias de la región. Foto flyer de difusión

La convocatoria se realizó en el marco del Día Internacional del Migrante, fecha que organiza la Asamblea General de las Naciones Unidas para reconocer las contribuciones de los migrantes y generar conciencia sobre su situación.

La migración venezolana, iniciada en 2015, ha producido uno de los flujos más grandes y prolongados de desplazamiento en la región, con millones de personas que han dejado su país debido a la crisis económica, social y política.

Organizaciones humanitarias han señalado que este fenómeno no solo afecta a quienes huyen, sino también a las comunidades receptoras, que enfrentan desafíos de integración y provisión de servicios básicos.

En este contexto, la jornada de oración buscó poner en el centro de la atención pública la dignidad y el valor de quienes migran, así como la necesidad de políticas y gestos concretos de acogida de parte de la sociedad civil y las iglesias.

Además de orar por los migrantes, los participantes compartieron experiencias y proyectos en favor de quienes se encuentran en movilidad humana, con énfasis en la colaboración entre distintas entidades cristianas de la región.

Aunque la iniciativa fue espiritual, sus organizadores la describieron como un llamado a la acción y a la empatía, invitando a la comunidad internacional a reconocer la crisis migratoria venezolana en especial y latina en general como una cuestión urgente de derechos humanos y fraternidad regional.

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