Luego de la aprobación de la ley que elimina el lenguaje inclusivo en Perú, Diario Cristiano se contactó con la congresista y pastora Milagros Jáuregui de Aguayo, una mujer que se comprometió con la misión de “Trabajar e impulsar, a través de la labor congresal, leyes a favor del niño por nacer, la familia, la mujer maltratada y los grupos más vulnerables que integran nuestro país”. Una mujer que está dispuesta a “consolidar nuestro trabajo de forma sostenible en beneficio de los más desfavorecidos y de quienes tienen menos oportunidades” con el fin único de “proveerles bienestar a través de la legislación, fiscalización y la representación”.
Muy amablemente la funcionaria compartió algunos conceptos de lo ocurrido.
En el mundo de la política muchas veces el tiempo no acompaña con la urgencia de la necesidad o la expectativa que existe detrás de un proyecto. La pastora contó acerca de este proceso que significó el transcurso de casi dos años.
“El 7 de noviembre del año 2022, cuando presenté el proyecto de ley 3464, que proponía eliminar el incorrecto uso del lenguaje inclusivo en los textos escolares y en los documentos públicos; nunca pensé que esta lucha iba a durar hasta el mes de abril del año 2024, que finalmente se ha aprobado por insistencia y está listo para ser publicado en el diario oficial El Peruano”, señaló.
Aunque la iniciativa fue respaldada “por la Academia Peruana de la Lengua y el propio Ministerio de Educación”, también fue “criticada por sectores progresistas tanto en medios de comunicación, redes sociales y en el propio Congreso”, dijo la parlamentaria y añadió:“Pese a ello, logramos aprobar la iniciativa en setiembre del año 2023”.
Allí inició un camino que recorrió el “Palacio de Gobierno donde fue observado por la Presidencia de la República, que sustentó su posición en convenios internacionales y presuntas vulneraciones a la Constitución, lo cual era evidentemente falso”, indicó.
A raíz de esta negativa “nuevamente logramos que se aprobara por insistencia en el Pleno del Congreso de la República, donde obtuvimos 73 votos a favor frente a 11 votos en contra, con lo cual, queda sellada la aprobación y no falta nada más que la norma sea numerada y publicada”, señaló.
La pastora Milagros lleva más de treinta años trabajando incansablemente por la vida, la familia y los más vulnerables. Su objetivo principal “es generar conciencia sobre la importancia de la familia y de cada uno de sus miembros”, según dice la página oficial del Congreso de la República. Por ello, con autoridad puede decir que esta iniciativa es importante porque “en el Perú, al igual que en casi todos los países de Latinoamérica, el progresismo internacional ha avanzado a pasos agigantados”.
Además sostuvo que ese mismo progresismo impuso “durante muchos años políticas públicas, estrategia, planes y acciones a través de ONGs, que trabajaban de la mano de la cooperación internacional”. Y que de esa forma “han ingresado a orientar las políticas públicas llegando incluso a establecer guías para el uso del lenguaje inclusivo” y que se permitió incorporar “estas directivas en los textos escolares”. Un entramando sutil que escaló desde el anonimato hasta la implementación gubernamental en Perú, como en diversos países del continente.
La buena noticia para el país Inca es que a partir del día siguiente de la publicación de esta ley, “el Perú contará con una norma que prohíbe en forma expresa la distorsión del lenguaje con fines ideológicos y se respetarán las reglas gramaticales que recoge la Real Academia de la Lengua Española”, como explicó la parlamentaria a Diario Cristiano.
La aprobación de esta ley “permitirá que los niños y adolescentes se comuniquen en forma correcta en sus aulas de clase”, tal como lo hacen con sus padres y amigos, “y no se les imponga un lenguaje con fines ideológicos”. De esta manera Jáuregui de Aguayo aseveró que acabaron “con este lenguaje inclusivo en todos los documentos públicos como las políticas, planes, programas, directivas, y todo tipo de comunicaciones, convirtiéndonos en uno de los países en los cuales el progresismo va en retroceso”.
Por supuesto que el progresismo seguirá insistiendo. Intentarán imponer sus ideas y políticas. Del otro lado estarán personas como Milagros Jáuregui de Aguayo dando batalla y siendo “la voz de los que no tienen voz”, como dice su presentación oficial en el Congreso. Donde además cita el texto bíblico que dice: “Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos” — Proverbios 31:8.
Milagros está casada con Guillermo Aguayo. Ambos son fundadores de una organización no gubernamental que tiene la misión de rescatar y mantener en vigencia a la familia, la única entidad que ha sido el pilar principal para el mantenimiento de sociedades sanas, denominada “Salvemos a la familia”. Un movimiento continental que se ha replicado en toda Hispanoamérica y en algunas naciones de Europa y África. Además son los pastores principales de la Misión Cristiana La Casa del Padre. Publicaron 5 libros cuyos temas giran alrededor de la defensa y fortalecimiento de la familia.