La identidad que restaura: Aisha de López habla de adopción y el valor eterno de cada niño

Aixa de López
Aixa de López nació en Guatemala, donde ha vivido toda su vida. Está casada con el pastor Alex López y es madre de cuatro hijos. Desde sus 2 adopciones, los López se han convertido en una voz para los niños vulnerables de su país y región. Aixa es miembro de la junta directiva de la Christian Alliance for Orphans, así como de la Alianza para los Huerfanos Cristiana en Guatemala, así como una voz y guía respetada como conferenciante, bloguera y autora de Lifeway. Diario Cristiano Internacional

Para Aisha de López, hablar de adopción es hablar del corazón mismo del Evangelio. Escritora, ilustradora, madre adoptiva y defensora activa de la niñez vulnerable, Aisha comparte en exclusiva con Diario Cristiano Internacional que la historia bíblica de Mefiboset y su encuentro con el rey David contiene un mensaje poderoso de restauración, pertenencia y redención que todo niño —adoptado o no— necesita escuchar.

“Dios no solo nos salva, nos adopta”, afirma. “No solo nos rescata de un lugar oscuro, nos sienta a su mesa y nos llama por nuestro nombre”.

Esa convicción ha guiado su ministerio, su maternidad y también sus proyectos creativos, entre ellos el libro infantil Te Quiero para Siempre, inspirado en su experiencia como madre de dos niños adoptivos y dos biológicos.

Una historia bíblica con ecos contemporáneos

En el relato de 2 Samuel 9, Mefiboset, nieto del rey Saúl, es traído ante David con temor y vergüenza. Pero el rey le devuelve la dignidad, lo llama por su nombre y le ofrece un lugar permanente en su mesa.

Esa escena, para Aisha, es una imagen perfecta del amor de Dios hacia todos los que han sido marginados, quebrantados o abandonados.

“Muchos niños, especialmente quienes han vivido separación familiar, tienen una lucha profunda con su valor y pertenencia. Necesitan saber que no son un error. Que Dios los ve, los ama y los llama por nombre”, explica.

La identidad que afirma y transforma

Aisha insiste en que los niños necesitan recursos que les digan la verdad sobre quiénes son: no desde una narrativa ideológica o emocional, sino desde el diseño de Dios. “La identidad no es algo que el niño inventa o decide. Es algo que se recibe del Creador”, señala.

Desde esa base, invita a padres, maestros y líderes cristianos a contar historias que apunten al corazón. “No subestimemos el poder de una historia. Jesús usaba parábolas. Una historia bien contada puede sanar, afirmar y formar”.

Aunque no todos están llamados a adoptar, Aisha cree que todos los cristianos están llamados a cuidar de los vulnerables. “La iglesia debe correr hacia el problema, no alejarse. La adopción, el acogimiento, el mentoreo, la restauración de familias... todo eso es parte del Reino”.

Desde su labor en la Alianza Cristiana para los Huérfanos y su experiencia pastoral, ha visto cómo una iglesia que acompaña puede cambiar una vida. “Yo no podría ser madre adoptiva sin mi iglesia. Caminar con una familia que adopta es tan importante como la adopción misma”.

Un mensaje necesario en tiempos confusos

En una cultura donde la identidad infantil está siendo moldeada por múltiples voces —a menudo confusas y contradictorias— Aisha subraya la necesidad de recuperar la narrativa del Reino. “Nuestros niños necesitan saber que son amados, elegidos, restaurados. No por sus logros o características, sino porque Dios los creó y los redimió”.

El libro Te Quiero para Siempre, lanzado en abril, es una herramienta útil para iniciar esas conversaciones. Pero el enfoque de Aisha va más allá del libro: “No es sobre vender un producto. Es sobre llevar verdad a una generación que necesita urgentemente saber quién es y a quién pertenece”.

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