
“La tarea misionológica mundial más vital de nuestro tiempo es la educación teológica”, dijo el Dr. Michael Ortiz al inaugurar la 19 consulta mundial del ICETE, el Consejo Internacional para la Educación Teológica Evangélica, en Tirana, Albania, este 3 de marzo.
Con más de 600 participantes de casi cien países -la mayoría del Sur Global, un 30% de mujeres y un 10% de líderes jóvenes- es la reunión más diversa en los 45 años de historia de la red, según Ortiz.
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Durante su discurso de apertura, desafió a los participantes a que, teniendo en cuenta la abrumadora necesidad de formación teológica a nivel mundial, “debemos repensar, reimaginar, recalibrar el conjunto de la educación teológica por el bien de todo el pueblo de Dios en todas las tierras y para todos los aspectos de la iglesia”.
“Podemos evangelizar todo lo que queramos. Podemos plantar iglesias en todos los lugares que queramos. Podemos traducir la Biblia a todos los idiomas - y todas estas cosas deben suceder, y están sucediendo globalmente a un ritmo rápido, gracias a Dios por ello. Está sucediendo como nunca antes. Dios actúa en todos los ámbitos”, afirmó.
“Pero cada uno de estos esfuerzos misionológicos necesita líderes bíblicos bien equipados para sostener esos ministerios y sus comunidades eclesiales a lo largo del tiempo. Sin el trabajo que hacemos para equipar a los futuros líderes, no podrán llegar muy lejos.”
Ortiz subrayó que se refería a todos los tipos de educación teológica, no sólo a la educación formal en seminarios y universidades, sino también a los programas no formales e informales de formación teológica, que suelen ser más flexibles y cercanos a las nuevas realidades de base.
Un reto de la educación teológica ha sido la lenta adaptación a las sociedades cambiantes, reconoció Ortiz.
“Debemos ayudarnos mutuamente a saber estar en sintonía con lo que ocurre. ¿Cuáles son las realidades actuales a las que se enfrenta la Iglesia, el pueblo de Dios?”, dijo, y añadió: “Debemos ayudar a la Iglesia a anticiparse, a comprender lo que está funcionando, lo que está por venir, porque tradicionalmente la educación teológica ha sido demasiado reactiva”.
“¿Cómo avanzamos juntos para que la educación teológica sea más viva, más vibrante, más relevante?”
Ortiz dijo que mientras viajaba por África, por Asia y por otras regiones, se dio cuenta de que todas estas instituciones teológicas se enfrentaban esencialmente a los mismos retos en sus respectivos contextos. Por lo tanto, es esencial un enfoque de colaboración para afrontar estos retos juntos, dijo, especialmente teniendo en cuenta que uno de los mayores problemas contemporáneos de la Iglesia mundial es el abrumador número de líderes cristianos que necesitan formación.
“El ritmo de crecimiento de la Iglesia es tan monumental que no hay un solo curso, un solo plan de estudios, un solo maestro o profesor, un solo programa, un solo sector de formación que pueda satisfacer las necesidades de la Iglesia en todo el mundo hoy en día”, subrayó.
Sin embargo, aunque la educación teológica debe ampliarse para satisfacer las necesidades, Ortiz advirtió contra el lanzamiento de muchos programas nuevos sin considerar si éstos tienen un impacto en la vida real de los estudiantes. “No necesitamos más programas de formación. Necesitamos vidas transformadas a través de programas de formación transformados”, afirmó.
También recordó a los participantes que este cambio sólo puede producirse si todos los implicados en la educación teológica trabajan juntos. Por ello, en el programa de consultas de este año se ha dedicado un espacio significativo a la colaboración en grupos centrados en temas concretos.
“¿Cómo superamos estos retos? ¿Cómo podemos ser innovadores? ¿Cómo pensamos en nuevas formas de afrontar estos retos? Para cada uno de estos retos tenemos Equipos de Impacto”, dijo Ortiz.
Los Equipos de Impacto “influirán en la forma en que impartimos la educación teológica en el futuro”.
En una entrevista con Christian Daily International previa a la consulta, Ortiz habló de un cambio en la estrategia central de ICETE hacia los Equipos de Impacto. Estos se definen como “comunidades de práctica que facilitan la creación de relaciones globales, la investigación, la publicación, la promoción, la polinización cruzada de ideas y las mejores prácticas innovadoras para lo que viene en la educación teológica”.
Idealmente, cada uno de estos equipos debería reflejar la diversidad de la Iglesia en términos de género, edad, geografía, así como conectar programas formales y no formales. A través de la oración y el debate, los equipos de impacto podrían generar el tipo de ideas e iniciativas necesarias para garantizar que la educación teológica sea relevante y eficaz a la hora de equipar a pastores y líderes cristianos
“Ahora mismo tenemos 20 equipos de impacto que se ocupan de temas como el cuidado de la creación, los ministerios de la infancia y la juventud, la misiología policéntrica, la inteligencia artificial y la tecnología, y el desarrollo de la nueva generación de pastores”, explicó Ortiz. “Hay toda una serie de temas que estamos sacando a la superficie a través de estos equipos de impacto, y esperamos que tengan un impacto en la forma en que hacemos la educación teológica en el futuro”.
Ortiz dijo que teniendo en cuenta todos los constituyentes y ministerios que están actualmente conectados a ICETE, la red llega a unas 300.000 personas de todo el mundo que se están preparando para el ministerio. Sin embargo, teniendo en cuenta la enorme necesidad de formación teológica en todo el mundo, Ortiz dijo que espera que esa cifra crezca exponencialmente.
“Me encantaría que en los próximos años tuviéramos millones, dos, tres, cuatro millones de personas preparándose para el ministerio en todo el mundo”, dijo, añadiendo que no ve al ICETE como la única fuerza impulsora, sino que espera que la red “sea un mecanismo, una forma de fomentar esto a nivel mundial”.
Al concluir su discurso de apertura de la primera tarde, Ortiz retó a los participantes a ser optimistas y activos ante la importante tarea que tienen por delante. Repitió su primera afirmación de que “la tarea misionológica global más vital es la educación teológica”, y dijo a los participantes: “Dios no les ha traído aquí simplemente para escuchar y observar, sino que les ha llamado a dar un paso al frente, intervenir y avanzar”.
Y compartió su oración para esta consulta “Señor, que ICETE C-25, Tirana nos impulse a avanzar juntos en nuestro objetivo común: fortalecer a la Iglesia para su misión”.