
Una carta abierta emitida por la Comisión Evangélica de Guatemala (COEGUA) ha generado un fuerte impacto político y social al solicitar la renuncia del presidente Bernardo Arévalo, a quien acusan de gobernar con incapacidad y de haber llegado al poder en medio de denuncias de fraude electoral. El pronunciamiento refleja la profunda preocupación de un sector significativo de la Iglesia Evangélica guatemalteca ante lo que consideran una deriva autoritaria y contraria a los principios cristianos.
“La esperanza que muchos ciudadanos depositaron en su promesa de una ‘primavera democrática’ se ha desvanecido, dando paso a una profunda decepción”, señala el documento, firmado por el Lic. Carlos González, presidente de COEGUA. La organización afirma hablar “en nombre de un sector significativo de la Iglesia Evangélica de Guatemala”, invocando su responsabilidad como atalayas, citando Efesios 4:15: “hablar verdad en amor”.
La carta, difundida públicamente en abril de 2025, denuncia un marcado deterioro institucional y social durante el primer año de gobierno de Arévalo. Entre los principales reclamos se encuentran el aumento de la delincuencia, la corrupción, el abandono de los servicios públicos, la educación ideologizada y una gestión que califican de excusas y promesas incumplidas.
En un tono profético y bíblico, los líderes cristianos citan Proverbios 29:2: “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; mas cuando domina el impío, el pueblo gime”, afirmando que “Guatemala gime”. La misiva acusa al presidente de acercarse a regímenes de ideología socialista que, según los firmantes, han demostrado corrupción, persecución y fracaso económico en otras naciones.

La carta también remarca que el poder no es únicamente otorgado por los hombres, sino que es permitido por Dios “para servir a la justicia y promover el bien” (Romanos 13:1-4). “Un liderazgo conforme al corazón de Dios es aquel que escucha al pueblo, rectifica sus caminos y ejerce su cargo con integridad”, se afirma en el documento, donde COEGUA cuestiona la falta de resultados tangibles del gobierno actual.
El comunicado llama a un liderazgo temeroso de Dios, íntegro y honesto. Se exhorta al mandatario a reflexionar sobre su permanencia en el poder, afirmando que “la verdadera grandeza de un líder se mide no por su permanencia en el poder, sino por su disposición a anteponer el bienestar de la nación a su interés personal”.
Desde su posición, COEGUA sostiene que continuará orando por las autoridades, pero también seguirá denunciando el pecado y la injusticia, según el mandato de Isaías 58:1: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión”.
Finalmente, el texto concluye con una cita de Martin Luther King: “Una nación se sentencia a sí misma cuando sus gobernantes legalizan lo malo y prohíben lo bueno, y cuando su iglesia cobardemente se vuelve cómplice con su silencio”. El mensaje de la Iglesia Evangélica es claro: Guatemala exige un cambio, y el llamado es tanto espiritual como político.