
Un artículo del periódico brasileño Estado de Minas informa que el alcalde de Divinópolis, Gleidson Azevedo (partido Novo), sancionó la denominada “Ley Pro-Vida”. Esta normativa impone nuevas exigencias para la realización de abortos legales en adolescentes en el municipio.
A partir de su entrada en vigor, tanto los establecimientos de salud públicos como privados deben obtener una autorización formal de los padres o tutores legales para llevar a cabo cualquier procedimiento de interrupción del embarazo en menores de edad.
La ley se aplica incluso en casos ya contemplados por la legislación federal brasileña, como embarazos resultantes de violación, riesgo de vida para la gestante o diagnóstico de anencefalia fetal. Además, obliga a los profesionales de la salud a presentar a las familias todas las alternativas posibles al aborto, destacando la entrega legal para adopción. También establece que las unidades de salud deben ofrecer apoyo psicológico y emocional tanto a la adolescente como a sus familiares.
El concejal Matheus Dias (Avante), autor de la propuesta, argumenta que la medida busca garantizar una decisión consciente e informada, fortaleciendo los lazos familiares y asegurando que decisiones complejas se tomen con reflexión y apoyo emocional.
Sin embargo, expertos legales señalan que la ley municipal podría ser inconstitucional, ya que interfiere con competencias federales y podría vulnerar derechos garantizados por la legislación nacional.