
Recientemente, Melvin Rivera, directivo retirado de la Sociedad Bíblica Unida y un referente en tecnologías de comunicación tales como el podcasting, participó del “Summit Internacional ‘Mission AI’, explorando el papel de la inteligencia artificial en la misión de la Iglesia”, según informó en su cuenta de Instagram.
Más de 500 participantes, pertenecientes a más de 100 organizaciones de más de 30 países, asistieron a este evento que tuvo lugar en la ciudad de Dallas, Texas, del 8 al 10 de abril. Bajo el lema “Colisión de IA - Formando el Futuro Juntos”, la conferencia de 2025 generó interacciones dinámicas entre disciplinas, perspectivas e industrias. Entre ellas se destacaron: discusiones profundas sobre IA —ética, teología y tecnología—, el papel de la IA en la Iglesia, estrategias innovadoras de marketing y recaudación de fondos, y aplicaciones multimodales de inteligencia artificial.
También hubo talleres prácticos y grupos de trabajo con expertos en IA e innovadores con enfoque misionero. Finalmente, se ofrecieron espacios para crear redes de colaboración interdisciplinaria y asociaciones centradas en el Reino.
Lo que más llamó la atención fue la capacidad de la IA para acelerar el proceso de traducción bíblica. Rivera comentó: “The Seed Company compartió que después de entrenar a la IA con una traducción de la Biblia, los resultados al traducirla a otro idioma fueron 80% correctos”, lo que coincide con publicaciones de hace unos meses que anunciaban que la serie televisiva The Chosen sería traducida a 600 idiomas con ayuda de la inteligencia artificial.
Los textos originales de la Biblia están escritos en lenguas antiguas, cuyos matices gramaticales, expresiones y contextos culturales son a menudo difíciles de transmitir a lenguas modernas. Sin embargo, los avances en aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural han permitido a los investigadores desarrollar modelos que reconocen patrones gramaticales y semánticos en textos antiguos. Estos modelos, combinados con extensas bases de datos de textos bíblicos y sus traducciones, pueden ayudar a los traductores humanos a generar borradores con una alta fidelidad a los idiomas originales.
Además, utilizando técnicas de aprendizaje profundo para el tratamiento de imágenes, los sistemas de IA pueden reconstruir secciones deterioradas, borrosas u oscuras de manuscritos antiguos, basándose en el contexto y los patrones circundantes. Este tipo de tecnología ya se ha aplicado, con resultados sorprendentes, en la restauración digital de textos como los Pergaminos del Mar Muerto.
En un reportaje de CBN News, Stan Jantz, presidente y director ejecutivo de Come and See, una organización sin fines de lucro líder en la industria de la traducción bíblica y responsable de financiar a The Chosen y preparar su distribución global, afirmó: “los esfuerzos de traducción que más se están realizando son en torno a la Biblia”.
Además, añadió: “sin duda habrán oído hablar de Every Tribe Every Nation, que es un conjunto de agencias de traducción de la Biblia. Su objetivo es traducir la Biblia a todos los idiomas de la Tierra. Hay alrededor de 6.000 lenguas, de modo que, para el año 2033, muchas personas tendrán al menos un Nuevo Testamento, y probablemente alrededor del 95% tendrá la Biblia completa en su lengua materna”.
A Come and See se sumó Rick Dempsey, exvicepresidente creativo de Disney Character Voices International, quien dejó Disney para fundar su propia casa productora. En declaraciones a la agencia católica de noticias Zenit, Dempsey señaló: “estamos trabajando con personas que tienen el corazón dispuesto a difundir la historia de Jesús en todo el mundo de una manera realmente significativa. Hay países en los que el evangelio no está permitido, pero aun así los creyentes se apasionan por llevar Los elegidos a su país”.

En The Chosen se utilizan coloquios, términos y frases clave que la inteligencia artificial no siempre comprende correctamente. Para lograr traducir la serie a 600 idiomas, se requiere algún tipo de IA que permita avanzar en el proceso. Actualmente, el modelo aplicado consiste en un 80% de trabajo tecnológico y un 20% de trabajo humano. Se espera que, con el tiempo, la IA logre traducir con mayor precisión, aunque siempre será necesario un toque humano. No obstante, en muchos mercados poco atendidos, la IA aún carece de datos suficientes sobre idiomas minoritarios, por lo que sigue siendo fundamental el esfuerzo humano.
Según Rivera, “la popular serie The Chosen está siendo traducida a 600 idiomas (75 traducidos por humanos y el resto con Inteligencia Artificial)”, lo que indica que el modelo 80-20 aún no se ha implementado completamente, pero se está avanzando hacia ese objetivo.
Para cualquiera con una familiaridad pasajera con la IA, podría resultarle evidente que esta tecnología puede ser usada para traducir la Biblia. Todos hemos usado el traductor de Google, después de todo.
Lo cierto es que la IA no tiene bajo su paraguas traducir autonamamente las Sacradas Escrituras. Las herramientas impulsadas por IA tienen el potencial de remodelar radicalmente cómo los traductores humanos hacen su trabajo. La IA se puede utilizar para generar una traducción base para que los traductores humanos no tengan que empezar de cero. Puede proporcionar información contextual sobre la fuente y los idiomas destinatarios. Puede evaluar la exactitud de una traducción. Puede ofrecer opciones de traducción alternativas. Puede automatizar las tareas básicas. Pero no puede, o no debe por ahora, tener la totalidad de la traducción a su cargo.
El futuro llegó ya está entre nosotros.