
En la región central de Haití, la comunidad cristiana de Petite Rivière fue blanco de dos ataques perpetrados por la pandilla Gran Grif, compuesta en su mayoría por sacerdotes vudú. Estos actos de violencia resultaron en la muerte de cuatro personas, la destrucción de viviendas y el desplazamiento de numerosos residentes. La situación generó alarma entre organizaciones misioneras y defensores de los derechos humanos, quienes denuncian una creciente persecución religiosa en el país.
El ministerio de discipulado Every Man a Warrior (Cada hombre un guerrero), afiliado a la misión Radio Trans Mundial (RTM), fue particularmente afectado por estos ataques. Obed, un trabajador de RTM, expresó su preocupación por la escalada de violencia: “No sabemos con certeza cómo compran esas armas. Es imposible que ellos pudieran comprarlas, así que tienen a alguien que los apoya para hacerlo”.
Estas declaraciones sugieren la existencia de apoyo externo a las pandillas, lo que complica aún más la situación de seguridad en la región, como informó el portal Guiame.
Obed también destacó la dimensión espiritual del conflicto, señalando que “es más que una guerra física. La mayoría de la pandilla está formada por sacerdotes de vudú. Entonces, practican vudú y actúan como si todo lo que dicen fuera sobre eso”. Esta perspectiva resalta la complejidad del problema, donde las diferencias religiosas se entrelazan con la violencia armada y la inseguridad generalizada.
Ante esta crisis, muchas iglesias en la región cerraron sus puertas y las comunidades cristianas se encuentran en estado de alerta. Obed hizo un llamado a la solidaridad internacional: “Muchas iglesias están cerradas ahora. Así que creo que no es algo que concierne solo a Haití. Creo que esto debería preocupar al mundo entero, a todos los cristianos, para que se unan en oración y en apoyo a nuestros hermanos y hermanas en Haití”.
En respuesta a los desplazamientos forzados, RTM está implementando planes para reubicar a los afectados en una propiedad cercana a la frontera con la República Dominicana. Tienen 12 acres (casi 5 hectáreas) cerca de la frontera, que buscan usar para el bien de los desplazados. Obed explicó que hace meses comenzó en la frontera una estrategia que resulta en "algunas maneras de acoger a nuestros hermanos. Porque cuando tu casa es quemada y pierdes todo, es difícil. Es muy difícil”. Este esfuerzo busca proporcionar un refugio seguro para las víctimas mientras se restablece la estabilidad en la región.
"A pesar de que Haití goza de libertad religiosa, muchos haitianos siguen incorporando a sus prácticas de fe el vudú, una forma de brujería del África occidental. Los haitianos necesitan aprender las verdades de Dios, las verdades de la Biblia. Dado que más de la mitad de la población no sabe leer, la radio es la principal fuente de comunicación en la nación insular. Los creyentes locales están encantados con lo que están estudiando actualmente en A Través de la Biblia y piden más", aseguró hace tres años RTM desde su página web. Con lo que queda al descubierto que la problemática lleva años sin tener una solución.
La situación en Haití es alarmante, con un aumento significativo de la violencia y la inseguridad. Las comunidades religiosas, en particular, enfrentan desafíos crecientes debido a la persecución y los ataques dirigidos. La comunidad internacional observa con preocupación estos acontecimientos, instando a medidas urgentes para proteger a las poblaciones vulnerables y restaurar el orden en el país.
Desde 1954, Radio Trans Mundial transmite la Palabra de Dios en más de 190 países y en más de 200 idiomas. A través de su red global de asociaciones, RTM utiliza medios como la radio para presentar a Jesús a las poblaciones de todo el mundo, incluyendo aquellas que enfrentan persecución y dificultades extremas.
La comunidad internacional es llamada a prestar atención a la crisis en Haití, ofreciendo apoyo y solidaridad a las comunidades afectadas. La protección de los derechos humanos y la libertad religiosa deben ser prioridades en los esfuerzos por restaurar la paz y la estabilidad en la nación caribeña.