
En medio de una fuerte reconfiguración política en Argentina, la diputada y pastora evangélica Nadia Márquez se perfila como una de las principales apuestas del presidente Javier Milei para reforzar la bancada oficialista en el Senado. Según ha trascendido desde la Casa Rosada, Márquez sería la elegida para encabezar la lista de senadores por la provincia de Neuquén, como parte de una estrategia de fortalecimiento institucional del oficialismo en la Cámara Alta.
La Mañana de Neuquén confirmó que la propuesta cuenta con el respaldo de figuras clave como Martín Menem y sectores libertarios cercanos a Milei.
El proyecto, aún en etapa de definiciones, también contempla la posible inclusión del empresario Pablo Cervi, completando así un “triángulo de hierro” que busca dar solidez política al oficialismo en el Senado. “Es una posibilidad muy seria. Hay que esperar un par de semanas, a ver qué pasa”, indicó una fuente consultada por el diario neuquino.
Desde el oficialismo señalan que la candidatura de Márquez responde a una directiva clara del presidente argentino. “Milei ha dado la orden de ir por la mayor cantidad de las bancas en juego en la Cámara Alta”, señalan los allegados al mandatario, en un intento por contener la influencia de sectores disidentes como el que lidera la vicepresidente Victoria Villarruel.
Nadia Márquez, hija del pastor evangélico Hugo Márquez, ya cuenta con experiencia parlamentaria como diputada neuquina. Su perfil ideológico y religioso la posiciona como una figura con fuerte anclaje en sectores cristianos conservadores, clave para movilizar el voto en provincias como Neuquén. Además, su trayectoria en el ámbito eclesiástico le ha permitido construir redes con gran impacto social.
La legisladora también ha ganado visibilidad nacional en debates recientes, especialmente en la Comisión Bicameral de Derechos del Niño, donde se mostró crítica respecto a la permanencia de la defensora Marisa Graham. Esta postura la consolidó como una figura influyente entre los representantes que impulsan una visión provida y en defensa de valores tradicionales.
Fuentes cercanas al oficialismo afirman que la inclusión de Márquez responde a una necesidad de consolidar liderazgos afines dentro de un Senado donde las mayorías son frágiles y las alianzas, volátiles. Su llegada a la Cámara Alta buscaría garantizar no solo lealtad al Ejecutivo, sino también una sucesión política coherente con los principios del proyecto libertario.
La posible fórmula Márquez-Cervi apunta a sumar tanto el voto cristiano como el empresarial, sectores claves para enfrentar al oficialismo local del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y al kirchnerismo. En caso de concretarse, sería también un paso más en la consolidación de liderazgos alternativos dentro del espacio de La Libertad Avanza.
Aunque la confirmación oficial aún no ha sido emitida, todo indica que Nadia Márquez jugará un rol protagónico en las próximas elecciones. De ser elegida, no solo se convertiría en una de las primeras figuras evangélicas en llegar al Senado por la vía libertaria, sino también en una pieza central del nuevo esquema político que Javier Milei proyecta para los próximos años.