
El Festival Palau Santo Domingo 2025 reunió a miles de personas en dos jornadas llenas de música, testimonios y solidaridad, convirtiéndose en una gran celebración de fe y esperanza en la capital dominicana.
A pesar de los pronósticos de lluvia para la primera jornada, la tarde comenzó con un clima amenazante, pero finalmente la actividad transcurrió bajo una noche tranquila de luna llena. La apertura estuvo a cargo de los presentadores Eva Piccini y Kike Pavón, quienes dieron la bienvenida al público. La música tomó protagonismo con el artista dominicano Jameson Ramírez, seguido por el mismo Kike Pavón y Dream Team DR, que encendieron la energía de los asistentes.
Continuó con la participación de DJPV, con música, rayos láser, humo y un show de primer nivel. La gente volvió a estallar en alegría y no dejaba de saltar al ritmo que proponía el brasileño. La música envolvió a personas de todas las edades. Y más tarde fue el momento de Redimi2. Allí fue cuando todo el público vibró con cada canción interpretada por el dominicano, quien hoy conquista el mundo con su música. Sin duda Redimi2 fue el artista más esperado.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando Andrés Palau compartió su testimonio y mensaje sobre la fe en Cristo. “Nunca fuiste creado para estar solo. Y cuando decides recibir a Jesús en tu corazón, la Biblia dice que Dios te hace su hijo y nunca más estarás solo”, expresó. Luego, relató cómo Dios lo rescató de una vida sin propósito marcada por las drogas y el alcohol.
“A los 27 años me di cuenta de que todo lo que hacía por diversión no me hacía bien. Sentí vergüenza por mi vida”, confesó ante la multitud. Su testimonio llevó a muchas personas a tomar la decisión de entregar su vida a Jesús, generando un momento de profunda espiritualidad en el evento.
El festival también tuvo un fuerte componente social con la feria solidaria, donde más de 60 profesionales de la salud brindaron atención médica y odontológica a quienes lo necesitaran. Además, se ofrecieron servicios de barbería, corte de cabello y embellecimiento, junto con la entrega de ropa, medicamentos y atención psicológica. En total, 4500 personas se beneficiaron de esta iniciativa. Paralelamente, en el área infantil, 6500 niños disfrutaron de juegos, actividades recreativas y enseñanzas bíblicas en un ambiente de alegría y diversión.
La segunda y última jornada inició con la participación de artistas como Jameson Ramírez, Dream Team DR y Jossie Esteban. Un inesperado aguacero obligó a detener momentáneamente el evento, pero lejos de desalentarse, muchos asistentes se mantuvieron firmes. En respuesta, el equipo de producción improvisó un set con piano en el escenario y la adoradora Ingrid Rosario lideró un emotivo momento de alabanza bajo la lluvia.
En esta jornada, el alcalde Dio Astacio tomó la palabra para agradecer el impacto del festival y entregó simbólicamente la llave de la ciudad a Andrés Palau. “Con esta llave simbolizamos que Santo Domingo Este es una ciudad de Dios”, declaró el alcalde y pastor. Palau, por su parte, transmitió un saludo especial de Juan Luis Guerra, quien no pudo estar presente, y reforzó su mensaje sobre la importancia de la fe y la familia. “La gran verdad es que Dios te ama, y sin su amor no hay familia ni fundamento para una nación próspera”, enfatizó.

Andrés junto a su intérprete, Jonatan Proietti, le hablaron de Jesús a la multitud que permanecía bajo el agua. enfatizó la importancia de la familia, afirmando que “es el fundamento de una nación” y asegurando que “necesitan a Jesús” para fortalecer ese fundamento. “La gran verdad es que Dios te ama, y sin su amor no hay familia ni fundamento para una nación próspera”, añadió.
Invitó a los presentes a hacer la oración de fe, mientras los amigos del Festival se acercaban para acompañar y recibir a quienes decidieron entregar sus vidas a Jesús. Aunque la lluvia había disminuido ligeramente, aún persistía, pero las personas seguían en su lugar, esperando ser guiadas en su decisión espiritual.
El evento concluyó con la participación de artistas como DJPV, Kike Pavón y Redimi2, quienes pusieron el broche de oro a una celebración que, más allá de la música y el espectáculo, dejó un impacto espiritual en miles de asistentes. En el cielo, había fiesta por las almas que hicieron su oración de fe.