
El diputado costarricense Fabricio Alvarado, líder del partido Nueva República, se pronunció sobre la controversia generada por su participación en una asamblea de la denominación Asambleas de Dios.
En una entrevista con el periodista José Luis Rodríguez del medio local Trivisión, Alvarado defendió su derecho a hablar de política en estos espacios y aseguró que su intervención no violó la ley ni las disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Alvarado explicó que su presencia en la asamblea tenía como objetivo presentar un informe de labores a los líderes religiosos, algo que, según asegura, realiza cada año en diferentes denominaciones. “Los pastores y fieles cristianos tienen derecho a saber si estamos cumpliendo lo que prometimos en campaña”, afirmó.
El diputado insistió en que en ningún momento solicitó votos ni hizo campaña electoral. “Yo mismo les dije: ustedes pueden pensar que esto es campaña, pero mi intención es crear conciencia sobre el trabajo que estamos haciendo en defensa de los valores y principios que representamos”, señaló.
No es un culto, sino una asamblea
Uno de los puntos clave en la entrevista fue si su intervención se dio en un contexto religioso. Alvarado enfatizó que la actividad no fue un culto, sino una asamblea general de la Asociación Asambleas de Dios, un evento donde se realizan votaciones y deliberaciones internas. “No estaba utilizando un espacio de culto, sino una reunión de una asociación debidamente constituida”, aclaró.
Asimismo, comparó su caso con otros políticos que han participado en eventos religiosos sin recibir cuestionamientos similares.
“El presidente Rodrigo Chaves firmó un documento ante pastores en campaña, el expresidente José María Figueres asistió a reuniones en iglesias y un pastor oró por él en público. ¿Por qué solo se me cuestiona a mí por ser evangélico?”, criticó.
La ley permite hablar de política en iglesias
Según el diputado, la Constitución Política y el Código Electoral prohíben pedir votos utilizando argumentos religiosos, pero no impiden hablar de política en contextos de iglesia.
“Si un político no puede hablar de política en una iglesia, ¿entonces los creyentes son ciudadanos de segunda categoría que no pueden ser informados?”, cuestionó.
Además, enfatizó que su partido político no está infringiendo ninguna norma y que, en caso de duda, corresponde al TSE pronunciarse. “Si creen que hay una violación, lleven el audio [de la reunión de Fabricio en las Asambleas de Dios] al TSE y que ellos decidan. Nosotros tenemos la tranquilidad de que no hemos hecho nada ilegal”, sostuvo.
Un llamado a la equidad en el debate
Alvarado finalizó su intervención reiterando su compromiso con la comunidad cristiana y su derecho a rendir cuentas a quienes representa. “Los creyentes también son ciudadanos, pagan impuestos y tienen derecho a saber qué se está haciendo en la Asamblea Legislativa”, argumentó.
El diputado también expresó su preocupación por proyectos legislativos que, según él, podrían afectar la libertad religiosa, como el de la prohibición de las llamadas ‘terapias de conversión’. “Hay iniciativas que podrían abrir portillos para cerrar iglesias por predicar sobre ciertos temas. Nuestra labor es informar a la comunidad sobre estos riesgos”, advirtió.
Fabricio Alvarado es un político, periodista y exdiputado costarricense. Fue candidato presidencial en 2018 por el partido Restauración Nacional, logrando llegar a la segunda ronda con un fuerte respaldo del sector evangélico. Posteriormente, fundó el partido Nueva República, desde donde ha continuado su labor política con un enfoque en la defensa de los valores conservadores y la libertad religiosa en Costa Rica.