Tras ser detenidos durante un juicio militar por la deserción del servicio militar obligatorio de su hijo Kevin Laurencio Rojas, el pastor cubano Luis Guillermo Borja Navarro y su esposa, Roxana Rojas, fueron liberados recientemente.
Durante la audiencia, el matrimonio defendió a su hijo e invocó a Dios. El tribunal había pedido ocho años de prisión por los delitos de “desacato” y “desobediencia a la autoridad”, tal y como informó Diario Cristiano Internacional.
Kevin, de 19 años, enfrenta una condena de cuatro años de prisión por deserción, según informaron familiares y fuentes religiosas. Durante el proceso, sus padres presentaron documentos médicos que certificaban trastornos de personalidad y psicológicos, pero su intervención fue interpretada por las autoridades como un acto de desacato, lo que derivó en su arresto inmediato. Según reportes, la fiscalía llegó a solicitar una pena de ocho años de privación de libertad para ambos.
Durante su detención, el pastor Borja Navarro compartió su fe con otros detenidos, y cinco jóvenes se convirtieron al cristianismo, un hecho que describió como un momento de esperanza en medio de la adversidad. Al recuperar su libertad, Borja agradeció a Dios y a las iglesias que oraron por su situación.
La Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba Asambleas de Dios, a la que pertenece la pareja, agradeció el respaldo recibido de diversas congregaciones y organizaciones. En un comunicado, manifestaron su esperanza en una pronta solución definitiva para el caso del joven Kevin y destacaron la importancia de la solidaridad entre las comunidades de fe en tiempos difíciles.
Aunque los pastores han sido liberados, la situación legal de su hijo continúa siendo motivo de preocupación. Kevin fue declarado no apto para el servicio militar por una comisión médica, pero fue reincorporado forzosamente y, tras escapar de la unidad militar, ahora enfrenta una condena de cuatro años de prisión.
El caso ha generado indignación entre creyentes, activistas y usuarios de redes sociales, quienes denuncian la criminalización de la fe y la falta de transparencia en procesos militares en Cuba.
La libertad religiosa en Cuba está estrictamente regulada, ya que la dictadura comunista controla todas las instituciones religiosas reconocidas y exige el registro oficial para su funcionamiento legal. Los grupos no registrados suelen ser objeto de vigilancia, acoso y restricciones al culto, las reuniones y las expresiones religiosas.
Las autoridades cubanas prohibieron recientemente al pastor exiliado Alain Toledano Valiente regresar al país para estar con su hija adulta, que está siendo operada de un cáncer de mama avanzado. El gobierno ha impuesto una prohibición de viajar a Toledano Valiente desde su salida forzada en 2022. Toledano Valiente, líder del Movimiento Apostólico no registrado, había solicitado permiso para regresar, alegando que la vida de su hija volvía a estar en peligro.
