
La mesa de diálogo y representación cristiana del país hizo un llamado urgente a la oración y la vigilancia ante el avance de la tormenta tropical Melissa, mientras los organismos oficiales intensifican las alertas en varias provincias del país.
Según el informe del Centro de Operaciones de Emergencias (República Dominicana) (COE), Melissa se encuentra aproximadamente a 495 kilómetros al sur–suroeste de Puerto Príncipe (Haití) y registra vientos máximos sostenidos de alrededor de 85 km/h, con ráfagas superiores. Se desplaza hacia el oeste / noroeste a unos 11 km/h, y se espera que reduzca su velocidad de traslación y luego gire gradualmente hacia el noroeste o norte-noroeste en los próximos días.
Los acumulados de lluvia estimados en las zonas más expuestas —como el litoral sur y el centro del país— podrían alcanzar entre 200 y 300 mm en algunos sectores.
Las provincias que figuran bajo alerta roja incluyen: Barahona, San Cristóbal, Santo Domingo, Distrito Nacional, San José de Ocoa, San Juan, Azúa, Peravia y Pedernales.
Llamado de la Iglesia
La Mesa de Diálogo y Representación Cristiana instó a las comunidades de fe a “ponerse en pie de oración, obedecer las instrucciones oficiales y ser comunidades de refugio y solidaridad” ante este tiempo de riesgo. Además, recomendó que las iglesias habiliten espacios de acopio y cooperación para los afectados.
El mensaje se alinea con el llamado a vigilancia emitido por las autoridades meteorológicas y de protección civil, quienes recomiendan abstenerse de cruzar ríos, arroyos o cañadas que muestren altos volúmenes de agua. A permanecer en puerto aquellas embarcaciones pequeñas o medianas en zonas costeras, ante el riesgo de fuertes aguaceros, oleaje elevado y tormentas eléctricas. Asimismo ruegan mantenerse atentos a los comunicados oficiales del COE y la Oficina Nacional de Meteorología (República Dominicana) (INDOMET) sobre cambios en trayectoria o intensificación del fenómeno y preparar rutas de evacuación, asegurar suministros básicos (agua, alimentos no perecederos, medicamentos) y apoyar a personas vulnerables en su entorno.
La combinación de lluvias intensas, saturación de suelos y la presencia de la tormenta Melissa representa un riesgo significativo para comunidades especialmente en zonas montañosas y costeras. La iglesia, por su parte, se moviliza no sólo en lo espiritual sino también en lo operativo, invitando a actuar con prudencia, solidaridad y esperanza.
En este contexto, el llamado es claro: estar preparados, en alerta y unidos. La fe se convierte en motivo para la acción responsable y el acompañamiento mutuo cuando la naturaleza reclama respeto.





