Durante el mes de octubre se conmemoró un aniversario más del Día de la Reforma Protestante. Diario Cristiano trató el tema con algunos exponentes teológicos latinoamericanos quienes expusieron qué significa hoy la fecha. De allí surgió el tópico de una posible nueva Reforma. La oportunidad de revisar el proceder de la Iglesia evangélica, tomada como utopía para unos y como necesidad para otros.
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Nuevamente Diario Cristiano dialogó con referentes teológicos, eclesiales de diversas posturas para ahondar más en profundidad sobre la mirada hacia dentro de la Iglesia en la actualidad.
Ante la pregunta sobre si hoy ¿continúa el espíritu reformador?, el pastor Gerardo Oberman, ex presidente de las Iglesias Reformadas en Argentina, señaló que “el espíritu de la Reforma se ha desintegrado por completo en iglesias que han perdido su capacidad de discernir ‘los signos de los tiempos’”. Explicó que "en el contexto en el cual Lutero se sintió llamado a revolucionar a la Iglesia y a la sociedad con su pensamiento, tanto la institución eclesial como las intrigas políticas atentaban contra el bienestar económico y emocional de la población”.
De esta manera la Reforma propuesta por Lutero “no era apenas un viraje de timón dogmático o teológico sino una propuesta de transformación radical de la vida para hacerla más justa y libre”, subrayó Oberman.
Por su parte, Izani Bruch, Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH) y capellana del Palacio de La Moneda (sede del gobierno nacional chileno), cree que sí continúa el espíritu de la Reforma hoy en día. “Hay tiempos en que ese espíritu está más fuerte y otros tiempos en que está más débil. Depende de cómo las iglesias están viviendo. Qué problemas tienen. Con qué desafíos se enfrentan”, indicó.
Además agregó que “hoy nos sigue inspirando ese espíritu de Lutero para que nuestras iglesias no se olviden del principio de la justificación por fe. Buscando entonces así una fe más auténtica, una fe centrada justamente en el evangelio”.
Pablo Deiros, teólogo, historiador, biblista y pastor, agregó que “en primer lugar la necesidad de una nueva Reforma no significa repetir la Reforma que ya ocurrió”. Aquello de repetir la historia para el teólogo “no tiene sentido”
Según Deiros “hacer una réplica de la reforma del siglo XVI no es reformar nada”. Es simplemente repetir lo que ya se hizo cinco siglos atrás. “Cuando se habla de nueva Reforma significa impulsar, bajo la guía del Espíritu Santo, un movimiento de cambio de tanta significación en algunos aspectos como el que se produjo a principios del siglo XVI”, indicó.
Sin embargo, Deiros aseguró que las iglesias latinas “están en necesidad de una profunda reforma”. Y menciona un postulado que las iglesias herederas de la Reforma Protestante del 1516 repiten: “Iglesia reformada siempre reformándose”. Para decir que “una iglesia que no cambia es una iglesia muerta. La iglesia viva a lo largo de los siglos ha sido una iglesia que ha cambiado permanentemente. Ha cambiado su teología, su eclesiología su misiología, etc. En fin, es una iglesia que ha ido en un sentido evolucionando. Pero en otro sentido, también ajustándose a los tiempos en que vive pero bajo la guía del espíritu y obviamente la conducción normativa de la Palabra de Dios”.
Además explicó que “hay una tendencia lamentablemente en el pueblo evangélico, que es una tendencia conservadora, tradicionalista o fundamentalista. Que le tiene miedo al cambio. Y que no se dan cuenta de que el cambio es propio de la fe cristiana”.
En ese sentido Bruch recuerda que “Martín Lutero desafió justamente las prácticas religiosas de su tiempo, trayendo la centralidad del evangelio. Creo que ese espíritu de siempre traer la centralidad del evangelio para la vivencia de nuestra fe está intacto”.
Y sostuvo que “hoy nos sigue inspirando ese espíritu de Lutero para que nuestras iglesias no se olviden del principio de la justificación por fe. Buscando entonces así una fe más auténtica, una fe centrada justamente en el evangelio”.
La capellana indicó que aquello “que desarrolla Lutero, de los principios doctrinales del solo Cristo, la sola escritura, la sola gracia y la sola fe, es importante resaltar en ese tiempo. En cuanto a la iglesia latinoamericana, creo que hay que preguntarse si más bien se ve una iglesia reformista o conformista. Creo que tenemos que hacer una autocrítica de la situación hoy”.
El tema da para hablar mucho más, y buscar otras miradas y opiniones. ¿Habría un nuevo cambio?…
Volviendo al lema de las Iglesias herederas de la Reforma Protestante del 1516: “iglesia reformada siempre reformándose”. La frase original en latín parece ser “Ecclesia reformata semper reformanda est secundum verbum Dei”. La frase completa en latín nos recuerda las últimas palabras que suelen ser olvidadas. La Iglesia reformada que siempre debe reformarse, debe hacerlo siguiendo la Palabra de Dios, o en la búsqueda de fidelidad a la Palabra de Dios. De esta manera, queda claro que no es reformarse por el sólo hecho de reformarse, sino en la búsqueda de entender lo que el Espíritu nos quiere hacer entender en la Palabra en el tiempo que nos toca vivir.