
Para los especialistas que conocen sobre el Vaticano, la elección del estadounidense Robert Francis Prevost Martinez como el nuevo papa envía señales políticas y simbólicas claras, dentro y fuera del mundo católico. Esto se evidenció en su primer discurso, al hablar en italiano y en español —descartando su idioma natal, el inglés— para algunos, una clara señal de alejamiento geopolítico. Como cada vez que la Iglesia Católica renueva su liderazgo, las miradas se centran en la nueva figura que emerge.
Prevost no era una muy reconocido fuera de los círculos vaticanos y de la diócesis peruana, aunque nació en Chicago, Estados Unidos. Sin embargo, las primeras voces del liderazgo evangélico comenzaron a manifestarse. Diario Cristiano buscó dialogar con algunas de estas personas para recoger sus primeras impresiones y opiniones acerca del nuevo líder católico.

Desde Perú, el pastor Cristian Scheelje Cossios, presidente de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú (UNICEP), reconoció “haber participado protocolariamente” en actos junto a Prevost, aunque sin mantener una relación personal. Principalmente, en lo relacionado al Consejo Interreligioso del Perú, donde convergen diferentes credos en busca de la paz social.
Consultamos también con Guillermo Aguayo, pastor de la iglesia La Casa del Padre en Lima y defensor de la vida y la familia en Perú y a nivel continental. Aguayo expresó que la llegada de Prevost al papado y su futura línea de liderazgo “es una incógnita”. Relató que “la región donde él sirvió, aunque hay mucha pobreza, también es la región donde el Opus Dei tiene su universidad. Sin embargo, al parecer, él se habría inclinado más a la línea de Bergoglio [papa Francisco]. Es decir, más hacia la izquierda, el globalismo y los inmigrantes ilegales”, vislumbrando un posible camino que podría tomar el pontífice.
Aguayo consideró que, siendo estadounidense, proveniente de una clase trabajadora en Chicago y “al mismo tiempo relacionado con el mundo hispano de América Latina por su trabajo en Perú, el panorama podría tornarse muy político”.
“O se une todo el continente americano hacia una misma dirección político-religiosa, o seguiremos siendo el patio trasero de USA. ¿Qué es más saludable? Eso lo veremos en los próximos años”, indicó.

En ese sentido, su compatriota, el pastor Julio Rosas —ex congresista y líder vinculado al movimiento ‘Con Mis Hijos No Te Metas’, actualmente encabezado por su hijo Cristian— aseguró que, debido a su nacionalidad y a sus “20 años de trabajo en el Perú en varias regiones”, espera conocer sus “convicciones firmes y claras a favor de la vida y de la defensa de la familia como base y fundamento de la sociedad”. Rosas deseó que “Dios bendiga su vida y ministerio”.
Además, agregó: “Más allá de seguir la línea del papa Francisco y otros papas anteriores, que siga la línea de Jesucristo. Que, sobre todo, sus convicciones se basen en la Santa Biblia, Palabra de Dios”.
Por su parte, la ingeniera Pilar Vicentelo, peruana e integrante de la Red de Fe por la Justicia Climática, sostuvo que Prevost, como líder en Perú, “hizo una gran labor en Chiclayo (norte de Perú) contra los abusos sexuales cometidos por un sector de la Iglesia Católica”. Aunque también se mencionan acusaciones sobre su supuesta participación en el ocultamiento de casos de corrupción sexual de dos sacerdotes.
Desde Argentina, el pastor Gerardo Oberman, presidente de las Iglesias Reformadas en ese país desde 2009, señaló: “No lo conozco demasiado. Entiendo que era de la confianza de Francisco por la responsabilidad que le concedió durante su pontificado. El hecho de que haya vivido en Perú, aunque la iglesia allí sea conservadora, le concede un plus”.
También destacó que Prevost, al elegir su nombre como León XIV, “marca que de alguna manera se siente identificado con León XIII, cuyo pontificado impulsó la encíclica Rerum Novarum, que alentaba los derechos de los trabajadores y la formación de sindicatos”.

En ese sentido, la teóloga Ruth Padilla DeBorst, desde Costa Rica, indicó que “su nombramiento es un rayo de luz en medio de mucha oscuridad actual. La elección del nombre León evoca a León XIII, que generó o facilitó mucho de la rica doctrina social de la Iglesia [Católica] y la encíclica Rerum Novarum”.
Oberman, por su parte, observó que “ser agustino es otro dato a tener en cuenta. San Agustín no es Tomás de Aquino. Es decir, no va a ser un dogmático, y creo que las primeras palabras que dijo desde el balcón confirman eso: apertura a todas las personas, una iglesia misionera”.
Para el comunicador y autor español-estadounidense César Vidal, la elección de Prevost como papa “no debería constituir una sorpresa para nadie”. Vidal, quien es un agudo analista de la actualidad global, destacó que “se repite el modelo Francisco —hispano, pero blanco, y no negro, mestizo o indígena—, se repite el intento de frenar el avance de las iglesias evangélicas, no sólo en Hispanoamérica sino también en Estados Unidos entre los hispanos. Y se reitera la alianza con la agenda globalista, de la que se ha mostrado más que partidario en temas como la inmigración masiva y el calentamiento global”.
Padilla DeBorst valoró positivamente que se haya naturalizado peruano “en un modelo de encarnación del ministerio”. Anteriormente, había señalado que “el hecho de que el papa Francisco depositara mucha confianza en Prevost me alienta también”. Agregó que “parece tener preocupación por el estado del planeta”, lo cual le hace ver “un cuadro esperanzador” en un liderazgo moderado.

Vidal se mostró más escéptico. “Puede que haya muchos, muchísimos evangélicos que lo ignoren e incluso se hagan ilusiones sobre la futura evolución de la Iglesia Católica. Sería importante que despierten, porque esta vez la ofensiva será más fuerte y este papa puede vivir con facilidad más de veinte años. Más que nunca es preciso recordar que los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz y actuar, y orar en consecuencia”, señaló el español a Diario Cristiano.
El presidente de la Alianza Evangélica Latina (AEL), Juan Cruz Cellammare, fue uno de los más moderados. Como otros, manifestó “no conocer” personalmente a quien desde ayer encarna a León XIV. Sin embargo, destacó que la pertenencia a la Orden de San Agustín “resulta alentadora, considerando que Agustín de Hipona ha sido una figura clave en la historia de la fe cristiana. Fue un hombre profundamente dedicado a su relación con Dios y dejó una herencia teológica invaluable, especialmente en su comprensión de la gracia divina, que siglos después inspiraría a reformadores como Martín Lutero en su búsqueda por redescubrir las verdades del Evangelio”.
Agregó que “si el nuevo papa —al que algunos ya asocian con la tradición de los papas llamados León, conocidos por su defensa del desvalido y su búsqueda de justicia social— mantiene una visión que honre la centralidad de la gracia, quizá podamos dialogar con mayor claridad en esos puntos esenciales”.
Cellammare, radicado en Paraguay, felicitó “respetuosamente a la Iglesia Católica por su nuevo líder. Como presidente de la Alianza Evangélica Latina, observo atentamente los hechos que se desarrollan, reafirmando mi llamado de parte de Dios a trabajar por la unidad del Cuerpo de Cristo entre mis hermanos evangélicos y protestantes”.
Aclaró que él y la organización que representa no participan del “ecumenismo institucional”, pero sí “abogan por relaciones cordiales y pacíficas con quienes no comparten nuestra fe, con la esperanza de poder anunciarles el mensaje del Cristo resucitado”.
Asimismo, desde la Alianza Evangélica Latina sostienen “espacios de diálogo y colaboración con representantes de otros credos” en temas que “comprometen la dignidad humana y el bien común, tales como la migración, la crisis climática, la defensa de la vida en todas sus etapas y la búsqueda de la paz entre pueblos y naciones”.
“En esas causas, sin renunciar a nuestra identidad ni a nuestro testimonio, creemos que se puede trabajar juntos por el bien de la sociedad. Hago mías las palabras de Agustín de Hipona: ‘En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad’”, puntualizó.
La Federación Luterana Mundial publicó un comunicado de felicitaciones por el nombramiento del pontífice, que puede leerse aquí. En la voz de su secretaria general, Anne Burghardt, indicaron que “juntos, la Iglesia Católica Romana y las iglesias luteranas pueden seguir creciendo hacia la unidad a través del servicio conjunto a las personas necesitadas y del testimonio compartido de Cristo, para que el mundo crea”.
También el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) extendió los saludos ecuménicos al papa León XIV y manifestó su “compromiso continuo con la Iglesia Católica Romana en la era de su nuevo pontífice”
El moderador del Comité Central del CMI, el obispo Heinrich Bedford-Strohm, expresó su alegría y esperanza: “Como sucesor del papa Francisco, se alineará con una sólida tradición. Espero que continúe el testimonio de amor de Francisco hacia todas las personas, especialmente hacia las más vulnerables, y hacia la creación no humana”.
La comunidad evangélica-protestante latina mantiene miradas diversas sobre León XIV, al igual que las instituciones que representan a las distintas voces de la Iglesia Evangélica en el mundo.
La expectativa en torno al liderazgo de Prevost es amplia. El hecho de haber sido elegido por Bergoglio y su cercanía al papado de Francisco lo convierten en garante de continuidad y moderador de discrepancias que su antecesor generó dentro y fuera de la institución. La juventud del nuevo pontífice hace pensar que su liderazgo podría prolongarse durante muchos años. Solo resta esperar a que inicie su camino como conductor de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.