Puertas Abiertas reúne a jóvenes cristianos perseguidos con jóvenes creyentes de Occidente

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Una latina estuvo entre los jóvenes cristianos en el foro global Youth to Youth sobre cómo los jóvenes pueden usar sus voces por la Iglesia Perseguida Puertas Abiertas

La organización Puertas Abiertas, llevó a cabo el foro internacional Y2Y (Youth to Youth), un espacio de encuentro y apoyo diseñado para conectar a jóvenes cristianos de Oriente Medio y el Norte de África con creyentes de otras partes del mundo. El objetivo central es romper el aislamiento que sienten los jóvenes que enfrentan presión en sus hogares, escuelas o trabajos por seguir a Jesús en países que se encuentran en la Lista Mundial de la Persecución.

La iniciativa busca que los jóvenes que viven en contextos de libertad religiosa puedan comprender la difícil situación de sus hermanos en Cristo en otras naciones. Esta región de Oriente Medio y el Norte de África será el foco de oración en el Domingo de la Iglesia Perseguida 2026.

El foro Y2Y está diseñado para facilitar el diálogo, el apoyo mutuo y la acción, especialmente para aquellos que sufren discriminación y marginación debido a su fe. En 2025, el evento se centró en el derecho de los cristianos convertidos, una situación que a menudo conlleva la pérdida de la familia, la comunidad e incluso penalidades legales.

Una de las participantes, una joven latina, comentó: “Fue alentador tener tanta diversidad aquí, escuchando a todos compartir. Sentí como si hubiera visitado cada país a través de las historias y experiencias compartidas”.

El propósito principal del foro es capacitar a la nueva generación de cristianos para que se movilicen como defensores de la dignidad, la libertad y el derecho a la identidad religiosa. El enfoque especial se puso en los cristianos de origen musulmán.

Otro de los jóvenes asistentes, proveniente de Egipto, destacó la enseñanza fundamental del encuentro: “Recordé por las historias compartidas que somos una sola iglesia. Podemos y necesitamos levantarnos y actuar para ayudarnos y apoyarnos unos a otros”.

La lección más importante para todos los participantes fue la unidad en Cristo, como lo expresó Faya, una joven del Norte de África: “Podemos estar separados por la persecución y las luchas, pero todos estamos unidos por nuestra identidad en Cristo”.

Como muestra de esta unidad y resiliencia, un grupo de jóvenes compuso un canto de adoración durante el foro.

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