
En México el acoso religioso en contra de familias que profesan la fe evangélica continúa sin que las autoridades den una solución definitiva a la serie de abusos y delitos de quienes no se alinean a las tradiciones de la religión católica. Aunque existen denuncias oficiales, pruebas e inconformidades, el silencio y lentitud de justicia hacia los afectados es una constante.
A pesar de los discursos por parte de las autoridades gubernamentales los hechos ocurridos en Hidalgo y Oaxaca en fechas recientes, son una muestra de que las cosas no han cambiado para los mexicanos que profesan la fe evangélica.
En abril de 2024 el conflicto religioso que se presentó en las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo en Huejutla de Reyes, estado de Hidalgo, no tuvo solución por parte de las autoridades mexicanas para los más de cien evangélicos que vivían en esa región.
Ante la falta de acuerdos para llegar a una solución al conflicto, así como de garantías a sus derechos humanos, los evangélicos de la Iglesia Bautista Fundamental pertenecientes al templo “La Gran Comisión”, decidieron abandonar sus hogares por la presión que ejercían los habitantes católicos en su contra, que incluía amenazas de muerte y el corte de servicios básicos en sus hogares.
Lo sucedido en la zona escaló los límites de la tolerancia y el respeto. Con el argumento de que en los poblados se rigen por “usos y costumbres”, el gobierno de Hidalgo no logró dar una respuesta definitiva al pastor bautista de “La Gran Comisión”, Rogelio Hernández Baltazar y sus 160 congregantes.

Un año después de haber permanecido en condiciones insalubres en el auditorio principal de un deportivo en Huejutla, las familias evangélicas tomaron sus pocas pertenencias y decidieron mudarse, dirigieron su rumbo al estado de Veracruz, para fundar la “Colonia La Paz” en el municipio de Chalma.
Los evangélicos en un principio sufrieron las inclemencias del tiempo en los predios de la Colonia La Paz, con plásticos techaron los espacios para protegerse del sol y las fuertes lluvias que se presentan en la zona. Con sus manos edificaron sus viviendas. Varias organizaciones cristianas al ver lo sucedido les han apoyado con víveres y material de construcción.
El conflicto que se ha presentado por motivos religiosos en el estado de Oaxaca, es una copia de lo sucedido en Hidalgo. A pesar de que la Constitución mexicana garantiza la libertad religiosa, en la práctica no se manifiesta, principalmente en municipios con sistemas normativos internos, donde se han registrado casos de desplazamiento forzado y discriminación.
En videos que fueron difundidos en internet, pueden apreciarse que varias de las casas de los evangélicos de Oaxaca fueron destruidas, el 6 de agosto de 2024 su templo ubicado en el rancho Cerro Cajón fue quemado y han sufrido amenazas con un constante acoso hacía sus familiares.
Los principales ataques en contra de los cristianos se han centrado en la comunidad de San Isidro Arenal, municipio de San Juan Lalana.
Cabe resaltar que en esa región se acordó en un acta firmada el 2 de octubre de 1993 por parte de las autoridades y líderes de la comunidad de habla chinanteca de credo católico, que no se permitiría otra creencia religiosa para preservar sus tradiciones y así evitar “divisiones internas”.
A pesar de cumplir con las responsabilidades comunitarias, cuatro familias pertenecientes a la Iglesia Cristiana Interdenominacional (ICIAR) fueron violentadas y expulsadas de sus tierras por la fuerza en agosto de 2024, les fueron robadas todas sus pertenencias y su ganado por habitantes de fe católica.
La crisis que se vive en la zona es preocupante desde el año 2023, en ese año tres familias fueron expulsadas por la fuerza para después refugiarse en el municipio de Playa Vicente en el estado de Veracruz.

Con base en declaraciones de José de Jesús Romero López, secretario de gobierno de Oaxaca, hay un registro de 27 conflictos por causas religiosas en esa entidad.
Para Pablo Vargas Jiménez, director y representante legal de Impulso 18, oficina en México representativa de la sede en Londres de Christian Solidarity Worldwide (CSW), todavía existe tensión en las comunidades que tienen incidentes por motivos religiosos.
“Los evangélicos tuvieron que salir de sus comunidades por motivos religiosos y hasta la fecha no han podido regresar, lo que nos han informado es que las autoridades ya tienen procesos legales en contra de los agresores de los evangélicos”, comentó Vargas.
Con base en datos del Institute for Religious Freedom (IIRF) México va al frente a nivel mundial en varios rubros que tienen que ver con abusos violentos por motivos religiosos.
Las estadísticas registran incidentes violentos donde se recopilan, registran y analizan los hechos violentos relacionados con violaciones a la libertad religiosa a nivel mundial.
De acuerdo a esos datos son 59 muertes las que se han registrado desde el año 2021 a la fecha por motivos religiosos en México, contabilizado como el mayor número de decesos en toda Latinoamérica.
Los registros no son nada alentadores, con base en el estudio son 135 personas privadas de su libertad por diferentes circunstancias que tienen que ver con sus creencias y son 196 templos los que han sido dañados por esta misma situación.