Nacen en Reino Unido bebés con ADN de tres personas, generando debate ético

ADN transferido a óvulo
Imagen fija de un vídeo de la BBC que muestra el momento crítico en que el ADN de dos padres se transfiere a un óvulo donante, un paso esencial en la creación de un bebé utilizando el ADN de tres individuos para prevenir enfermedades mitocondriales. Captura de pantalla del vídeo de la BBC.

Ocho bebés han nacido en el Reino Unido utilizando ADN de tres personas para prevenir enfermedades hereditarias mortales, un avance científico aclamado por los médicos pero que plantea preocupaciones éticas entre algunos científicos y grupos cristianos, según informes de la BBC y Christian Today en el Reino Unido.

La técnica pionera combina el óvulo y el esperma de los padres con ADN mitocondrial sano de una donante. Aunque el método es legal en el Reino Unido desde 2015, estos son los primeros casos confirmados en los que los niños nacieron libres de la enfermedad mitocondrial, un grupo de afecciones a menudo mortales que se transmiten de madre a hijo y que afectan la capacidad del cuerpo para producir energía.

Las mitocondrias, pequeñas estructuras dentro de las células, impulsan funciones esenciales en el cuerpo. Las mitocondrias defectuosas pueden causar convulsiones, fallo de órganos y la muerte en bebés. Aproximadamente uno de cada 5,000 bebés nace con enfermedad mitocondrial.

Los padres que participaron en los procedimientos, realizados en el Centro de Fertilidad de Newcastle, compartieron declaraciones anónimas a través de la clínica. “Después de años de incertidumbre, este tratamiento nos dio esperanza, y luego nos dio a nuestro bebé”, dijo la madre de una niña. Otra madre, de un niño, añadió: “La carga emocional de la enfermedad mitocondrial ha desaparecido y en su lugar hay esperanza, alegría y una profunda gratitud”.

El proceso, desarrollado hace más de una década en la Universidad de Newcastle y el Newcastle upon Tyne Hospitals NHS Foundation Trust, consiste en fecundar óvulos de la madre y de una donante con el esperma del padre. El ADN nuclear de los padres —que determina rasgos como el color de los ojos y la altura— se inserta después en el óvulo de la donante, que contiene mitocondrias sanas. El niño resultante tiene el 99.9% del ADN de sus padres y el 0.1% de la donante, un cambio que se transmite a las generaciones futuras.

Según dos informes en el New England Journal of Medicine, 22 familias se han sometido al procedimiento, con el resultado de cuatro niños, cuatro niñas, un par de gemelos y un embarazo en curso. Hasta ahora, los niños están libres de la enfermedad mitocondrial y alcanzan los hitos del desarrollo. “Este es el único lugar del mundo donde esto podría haber ocurrido”, declaró a la BBC el profesor Sir Doug Turnbull, de la Universidad de Newcastle, quien atribuyó el éxito a la combinación de ciencia avanzada, marco legal y apoyo del NHS.

Sin embargo, no todos ven esto como un triunfo absoluto. Grupos cristianos y defensores de la bioética han expresado su preocupación por las implicaciones éticas, especialmente en lo que respecta a la destrucción de embriones durante el proceso. “En la creación de un bebé de tres padres, otros dos embriones son destruidos, lo que significa que se pone fin a la vida de dos seres humanos individuales para crear un tercero”, dijo a Christian Today Catherine Robinson, portavoz de Right To Life UK.

Robinson también criticó los llamamientos de la Autoridad de Fecundación y Embriología Humana (HFEA, por sus siglas en inglés) para ampliar el plazo legal de experimentación con embriones humanos de 14 a 22 días. “Nunca se debería experimentar con embriones humanos”, afirmó, y añadió: “Es aún más preocupante ver a la HFEA defender que se experimente con ellos en una fase aún más avanzada de su desarrollo. Hacia los 22 días se forma el sistema nervioso central y a los 28 días a veces se puede ver latir el corazón en desarrollo”.

El debate ético refleja tensiones más profundas entre el progreso científico y el respeto a la vida humana en sus fases más tempranas. Mientras que las familias que se enfrentan a la enfermedad mitocondrial ven una nueva esperanza, los críticos advierten de una pendiente resbaladiza hacia los “bebés de diseño” y un mayor desprecio por la vida embrionaria.

Artículo publicado originalmente en Christian Daily International, versión en inglés de Diario Cristiano Internacional. 

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