Autoridades luchan contra el sarampión en comunidades menonitas de México

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La Secretaría de Salud de Chihuahua inició una campaña de vacunación contra el sarampión en comunidades menonitas, tras un brote de más de 900 casos. Factores culturales, religiosos y desinformación dificultan la cobertura sanitaria en esta población tradicionalista. Imagen de Arjanne Holsappel en Pixabay

La Secretaría de Salud del estado de Chihuahua puso en marcha una intensa campaña de vacunación contra el sarampión dirigida específicamente a la comunidad menonita, luego de registrarse un brote que ya supera los 900 casos en la región. Esta iniciativa busca frenar la propagación del virus, especialmente en municipios como Cuauhtémoc, Namiquipa y Buenaventura, donde se concentra la mayor parte de la comunidad menonita.

El brote se originó a partir del regreso de una familia menonita procedente de Texas, Estados Unidos, donde uno de los menores contrajo el virus. Al reincorporarse a su comunidad y asistir a la escuela, el niño propagó rápidamente la enfermedad entre sus compañeros, la mayoría de los cuales no contaba con esquemas completos de vacunación.

Un desadío cultural y de salud pública

Uno de los mayores retos que enfrentan las autoridades sanitarias en esta campaña es la resistencia a la vacunación dentro de la comunidad menonita. En parte, esta reticencia se explica por la desinformación y la influencia de discursos antivacunas provenientes de sectores conservadores en Estados Unidos, pero también responde a las características culturales y religiosas de este grupo.

Los menonitas son una comunidad de origen europeo asentada en México desde principios del siglo XX, reconocida por su estilo de vida austero, su autosuficiencia agrícola y su apego a tradiciones ancestrales. Son cristianos anabautistas que practican una fe centrada en la sencillez, la vida en comunidad, la no violencia y la separación respecto al mundo exterior, lo cual incluye una limitada interacción con instituciones gubernamentales y sistemas médicos convencionales.

En muchas colonias menonitas, el acceso a medios de comunicación modernos es restringido y persiste una visión tradicional sobre la salud y la enfermedad. Algunas familias prefieren remedios naturales o tratamientos comunitarios antes que recurrir a hospitales o programas oficiales, lo que ha dificultado la cobertura de vacunación en estos grupos.

Estrategia sanitaria en marcha

Ante este panorama, las brigadas de salud intensificaron sus recorridos casa por casa y la instalación de módulos de vacunación en puntos estratégicos. Se busca concientizar a las familias sobre la gravedad del sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa que puede provocar complicaciones severas, especialmente en niños menores de cinco años.

“Estamos enfrentando no solo un brote epidemiológico, sino también barreras culturales y de confianza que debemos abordar con respeto y sensibilidad”, declaró un portavoz de la Secretaría de Salud estatal en conferencia de prensa.

Las autoridades hicieron un llamado a líderes comunitarios menonitas para facilitar la labor de los equipos de vacunación y garantizar la protección de la niñez. Además, se distribuyeron materiales informativos adaptados a su idioma y costumbres, buscando disminuir el miedo y la desconfianza hacia las vacunas.

Contexto histórico y cultural

Los menonitas en Chihuahua, principalmente de origen canadiense y alemán, conservan su lengua materna —el “Plautdietsch”— y se organizan en colonias donde mantienen normas sociales y religiosas propias. Aunque existen colonias más abiertas a la modernidad, una parte significativa continúa viviendo de manera conservadora, con un alto valor en la autonomía comunitaria y cierta reserva hacia las autoridades externas.

Este brote de sarampión evidenció nuevamente las tensiones entre las creencias tradicionales y las necesidades de salud pública, en una convivencia histórica que requiere de diálogo intercultural y respeto mutuo.

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