31 de mayo: Día mundial sin tabaco

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31 de mayo: Día mundial sin tabaco IA by Canva

Cada 31 de mayo desde 1988 se conmemora el Día Mundial sin Tabaco con el objeto de generar conciencia sobre los efectos negativos del hábito de fumar sobre la salud y la esperanza de vida de fumadores activos y pasivos. De hecho, el tabaco es responsable de 8 millones de muertes anuales en todo el mundo. 

Impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta iniciativa tiene como objetivo visibilizar el tabaquismo, una enfermedad crónica causada por la adicción a la nicotina. Esta fecha nació como una propuesta de la Asamblea Mundial de la Salud en 1987. De acuerdo a la OMS, el objetivo con el que se gestó esta efeméride fue el de dirigir la atención “hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales”. Se considera que esta es la principal causa de muerte prevenible en todo el mundo

Varios estudios indican que existe una correlación directa entre la conducta suicida y el hábito de fumar. Aquellos fumadores, además de los riesgos de enfermedades potencialmente mortales a las que se exponen, también están sujetos a un mayor riesgo de cometer suicidio... o tal vez, las personas con tendencias suicidas tienen mayor riesgo de incurrir en el hábito de fumar. La relación causal entre ambas circunstancias aún no está suficientemente estudiada, pero es posible que sea una interacción de ida y vuelta. 

El tabaquismo constituye un problema de salud pública a nivel mundial y una comorbilidad frecuente en sujetos con patología psiquiátrica. Existe evidencias de que el aumento del consumo está relacionado con un aumento del riesgo suicida, es decir que existe una posible relación causal entre tabaco y riesgo suicida. 

Según datos del Instituto de Medicina Legal de Sevilla (España), de casos de suicidios consumados y controles (muertos no suicidas). Tras realizar las autopsias (durante 3-18 meses posteriores), se establecieron entrevistas de autopsias psicológicas a familiares de los fallecidos, previo consentimiento. Se objetivaron, de una muestra total de 412 sujetos (menores de 18 años), que 270 se correspondían con suicidios consumados (204 hombres y 66 mujeres) y 142 eran controles (100 hombres y 42 mujeres). Sólo un tercio de los suicidios consumados no fumaba, en comparación con los controles (la mitad tenían hábito), no existiendo diferencias entre fumadores de ambas muestras en la cantidad de cigarros. De este modo, se puede determinar que el consumo de tabaco es un factor de riesgo para la conducta suicida

En relación con los modos que asumen las relaciones familiares se señalan como factores de riesgo la excesiva rigidez en expectativas paterna, el abandono físico o emocional, la violencia, antecedentes familiares de enfermedad mental, abuso de alcohol y de drogas. Se señalan algunos rasgos en los adolescentes pueden aumentar el riesgo de suicidio: problemas interpersonales, poco control sobre los impulsos, excesiva dependencia emocional de otros, participación en actos de violencia entre compañeros, promiscuidad sexual. Todas estas conductas que pueden conducir al suicidio en una gran proporción comienzan en la búsqueda de ausentarse de la realidad que los atormentan, ahí aparecen el tabaco, el alcohol, la pasta base, y otras sustancias alucinógenas.

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