
En un acto que congregó a decenas de miles de personas en el Estadio State Farm en Glendale, Arizona, la comunidad cristiana de Estados Unidos despidió al influyente líder Charlie Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre.
Según informó Christian Post Español, el evento se convirtió en un poderoso testimonio de fe, especialmente durante la intervención de su viuda, Erika Kirk, quien perdonó públicamente al homicida de su esposo.
Frente a una multitud conmovida, y tras recordar las palabras de Jesús en la cruz, Erika Kirk declaró su perdón hacia Tyler Robinson, el hombre que le disparó a su esposo.
"Lo perdono porque es lo que Cristo hizo y es lo que Charlie haría", expresó, provocando una ovación. "La respuesta al odio no es el odio. La respuesta que conocemos del Evangelio es el amor, siempre es el amor. Amor por nuestros enemigos y amor por aquellos que nos persiguen".
El funeral, que contó con la presencia de destacadas figuras políticas como el expresidente Donald Trump y el vicepresidente J.D. Vance, quien calificó a Kirk como un “mártir de la fe cristiana”, fue un verdadero acto evangelístico que siempre dirigió la atención hacia Jesús a quien Kirk amaba y predicaba.
Erika Kirk profundizó en la fe de su esposo, rememorando su compromiso con la voluntad de Dios y citando su sumisión al llamado de Isaías 6:8, "Aquí estoy, Señor, envíame".