
En la Unidad Penal Nº 2 de Sierra Chica se llevó a cabo el segundo bautismo evangélico del año. El acto fue organizado por la Iglesia Pentecostal, enmarcado en las actividades espirituales que forman parte del tratamiento integral de las personas privadas de su libertad.
Un total de 154 internos participaron del bautismo en agua, una ceremonia que fue vivida como un acto de confirmación de fe y un acercamiento sincero a Dios.
La coordinación del evento estuvo a cargo de Gabriela Canale. Además, participó el pastor Alberto Benavides, de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios de Monte Grande (en la provincia de Buenos Aires), quien visita regularmente los pabellones para brindar contención espiritual.
En esta ocasión, el bautismo se realizó en el pabellón 5, con la participación del pastor Andrés Delpino y la pastora Rut Javier, quienes viajaron especialmente desde Buenos Aires para acompañar la ceremonia.
Durante la jornada, el pastor Delpino afirmó que la iglesia mantiene un compromiso con este espacio desde hace casi tres décadas, y consideró que este bautismo representa un paso muy importante en la vida de aquellos que deciden entregar su corazón a Dios.
Por su parte, la agente Gabriela Canale expresó su agradecimiento por la dedicación y el compromiso que la iglesia demuestra día a día. Señaló que estos momentos representan instancias de alegría y renovación espiritual. Agregó que el evangelio actúa como una herramienta de cambio, capaz de transformar vidas y abrir caminos de esperanza, incluso en contexto de encierro.
El acto contó también con la presencia de varios asistentes religiosos: Gustavo Roviolo, Hugo Terra, Carlos Perfecto, Ricardo Olinik, Delia Gutiérrez, Juana Ponce, Juana Losego, Marcelo Fernández, además de Alberto Benavides, Andrés Delpino y Rut Javier, quienes acompañaron activamente la ceremonia.
Asimismo, participaron autoridades de la Unidad: el subdirector y el jefe de Asistencia y Tratamiento, Sergio Siles y Daniel Tosorati, la subjefa de Tratamiento Vanesa Bustamante, y la coordinadora de los Pabellones Literarios, Yesica Martínez. Todos ellos destacaron que el camino de la fe colabora con la reflexión y con el proceso de tratamiento de las personas privadas de libertad.