Pouso Alegre se convirtió en la tercera ciudad de Minas Gerais en autorizar el uso de la Biblia en escuelas

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La Cámara Municipal de Pouso Alegre aprobó el uso de la Biblia como material de apoyo pedagógico en las escuelas de la ciudad. La iniciativa convirtió al municipio en el tercero de Minas Gerais en adoptar una medida de este tipo, con carácter opcional para los estudiantes. Foto: nandinha_sales1 / Pixabay

La Cámara Municipal de Pouso Alegre, en el estado de Minas Gerais (Brasil), aprobó el Proyecto de Ley que autoriza el uso de la Biblia como material de apoyo pedagógico en escuelas de la ciudad. La propuesta fue aprobada en segunda votación el martes pasado con nueve votos a favor y cinco en contra de los concejales.

El proyecto, de autoría del concejal Leandro Morais (União), permite que las Escrituras sean utilizadas en instituciones educativas para estudios de carácter cultural, histórico, geográfico y arqueológico. El texto aprobado especifica que la participación de los estudiantes en actividades basadas en la Biblia no será obligatoria, en respeto a la libertad de creencias.

Durante la discusión en la cámara, el concejal Hélio Carlos de Oliveira presentó una enmienda para incluir también otros libros religiosos como material de apoyo. Esa enmienda fue rechazada por la mayoría de los miembros del cuerpo legislativo.

Con esta aprobación, Pouso Alegre pasó a ser la tercera ciudad de Minas Gerais en autorizar el uso de la Biblia en escuelas. Anteriormente, Belo Horizonte y Divinópolis habían aprobado iniciativas similares en 2025, aunque la ley de Belo Horizonte fue suspendida por el Tribunal de Justicia de Minas Gerais por considerar que la educación es una competencia de la Unión.

De acuerdo con la legislación brasileña y la Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional, el uso de materiales religiosos como recurso pedagógico se permite si es facultativo y sin carácter confessional, siempre respetando la diversidad de creencias y la libertad religiosa. El Supremo Tribunal Federal (STF) ya se había pronunciado en ese sentido en el 2017, señalando que el contenido religioso puede formar parte de recursos educativos sin imponer obligatoriedad o privilegio a una religión específica.

Proyectos similares también han sido aprobados en otros municipios de Brasil y continúan siendo debatidos en diversas cámaras municipales del país.

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