Planean construir en Madrid el Cristo más grande del mundo: “Símbolo de acogida a toda la humanidad”

Boceto del Cristo de Madrid
La figura será construida principalmente en hormigón armado y estará ubicada en un terreno municipal cedido por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a solo 20 kilómetros del centro de la capital española. Estudio Javier Viver/CNN en español

Una ambiciosa iniciativa de la Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla busca levantar la estatua de Jesucristo más grande del mundo en la Comunidad de Madrid, España.

Con 37 metros de altura - siete más que el icónico Cristo Redentor de Río de Janeiro - y 60 metros de envergadura, el proyecto ya está en marcha con el escultor Javier Viver a la cabeza.

La figura será construida principalmente en hormigón armado y estará ubicada en un terreno municipal cedido por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a solo 20 kilómetros del centro de la capital española.

“Lo principal va a ser que esa gran figura abre los brazos a toda la humanidad y sobresale encima de las cordilleras que rodean un valle”, explicó Viver a CNN en Español. “Entonces, abraza a toda la humanidad”.

Uno de los elementos más llamativos será el corazón dorado de dos metros y medio que estará suspendido en el interior del torso de la figura y se elevará y descenderá a lo largo del día para que los visitantes puedan observarlo de cerca. Según el escultor, la luz del sol ingresará por las heridas del cuerpo y rebotará directamente en el órgano metálico.

El interior de la estatua estará abierto al público e incluirá cinco puertas de acceso, una por cada llaga de Jesús, como fue sugerido por un grupo de carmelitas descalzas.

Este espacio funcionará como un centro espiritual llamado “Escuela del Corazón de Jesús”, donde los visitantes podrán adentrarse en una experiencia de fe.

El diseño contempla brazos de fibra de vidrio o carbono, pensados para ser más livianos y ensamblados fácilmente sobre la estructura principal. Todo el proyecto está concebido como una obra de arquitectura espiritual y de arte monumental, con la intención de impactar a creyentes y no creyentes por igual.

“Queremos que guste y que sea un vehículo para apoyar esa devoción”, afirmó Luis de Mena, uno de los promotores de la obra. “Lo que a mí me gustaría es que sea una sensación positiva para todos”.

Viver agregó que la intención es que la figura funcione como un símbolo de unidad, más allá de las creencias: “El proyecto pretende aunar, servir como un símbolo que reúne a mucha gente muy diversa, al margen de sus convicciones religiosas”.

El inicio de las obras aún no tiene una fecha oficial, pero los impulsores confían en que el proyecto pueda avanzar en los próximos meses con el apoyo de donaciones y voluntariado.

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