En la pasada Conferencia General de la Iglesia Metodista Unida (UMC por sus siglas en inglés) se tomó la determinación de ordenar al ministerio pastoral a personas homosexuales. Ante esta desición, la primera reacción fue por parte de la Iglesia Metodista Global y ahora la Iglesia Metodista de México (IMMAR) ha expresado también su reacción al respecto.
En un comunicado de prensa, la IMMAR manifestó que en el metodismo mejicano son “categóricos y específicos” en su “manera de pensar en relación con las conductas que no consideramos estén acorde al plan original de Dios”. Postura que “gira alrededor de 25 artículos doctrinales, un quehacer teológico, doctrinas fundamentales, un credo social, reglas generales y articulados que reflejan la voluntad y vida de la iglesia” en temas relacionados al gobierno, organización y lineamientos de la iglesia que están plasmados en el libro de La Disciplina de la IMMAR. “Estos pueden diferir de lo que tienen reglamentado otras denominaciones metodistas en otros países sin que eso nos haga enemistarnos como iglesias hermanas”, señala el documento.
A lo que afianzan que “los diversos aspectos relacionados con las decisiones sobre la sexualidad, matrimonio igualitario, ordenación de ministros y posición ante el colectivo LGTB+ que se han ido tomando por la Conferencia General citada anteriormente no tienen ningún efecto sobre nosotros como iglesia nacional”.
Además recuerda que: “Mantenemos un Concordato con la UMC el cual no nos hace parte de ella. Somos una iglesia afiliada autónoma. Nuestra relación con la UMC es de carácter fraternal y con total autonomía de esta (…) Lo que la UMC decida y reglamente no es normativo para nosotros”. Si bien la Iglesia Metodista de México ha disfrutado de una relación de concordato especial con la Iglesia Metodista Unida, últimamente la relación se vio afectada por los efectos del movimiento de desafiliación en los Estados Unidos. Algunos metodistas mexicanos abogaron por una ruptura en la relación.
“Tenemos un posicionamiento oficial sobre la Sexualidad Humana avalado por los acuerdos tomados en las Conferencias Generales realizadas en el 2018 y 2022 ya plasmados en artículos que sí son normativos para nosotros”, dice el documento.
Los metodistas mexicanos concluyen con la reiteración del “compromiso para aceptar a cualquier persona dentro de nuestra comunidad para recibir auxilios espirituales”, argumentando que su “razón de ser es mostrar el amor de Dios y anunciar su Reino. Que nuestras conductas sean manifestaciones de una nueva persona en Cristo, que opera cambios constantes por la obra del Espíritu Santo en su vida todos los días”.
La Iglesia Metodista de México, se remonta a mediados del siglo XIX, cuando los reformadores liberales bajo el presidente Benito Juárez, abrieron el país a misioneros de denominaciones distintas a la Iglesia Católica Romana, que había disfrutado de la exclusividad del poder económico y político desde la Conquista. El año pasado la IMMAR celebró 150 años de servicio en ese país.